Page 46 - Otoño 2020
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Bvlgari y su creador de iconos: Fabrizio Buonamassa
Gran amigo de México, entusiasta de la cultura de nuestro país y eterno visiona- rio del diseño, las formas, los colores y los materiales, Frabrizio Buonamassa es, sin duda, uno hombre único en la vida de Bvl- gari, y lo es porque sabe atesorar la historia y valores de la Casa y, con esa habilidad, llevarla al siguiente nivel. La última vez que estuve con él en un restaurante en la Ciudad de México, en el techo del lugar aparecía uno de sus bosquejos de las gran- des creaciones relojeras en sus primeros trazos: la silueta del Octo Finissimo lucía en el domo. Tuvimos una interesantísima charla sobre autos, relojes y diseño in- dustrial. El director creativo de Bvlgari es también un gran conversador y, añadiría, “explicador” de las formas, de la vida, pues parece diseñar las pláticas que versan so- bre motores, rotores y elegancia con todo cuidado. Debía llamarle para platicar en esta etapa de confinamiento mundial, así lo hicimos, y aquí un extracto de lo que fue un intercambio de ideas, pensamien- tos y un gran momento a distancia por medios digitales...
Watches World: Gracias por encon- trar tiempo en tu agenda para platicar con nosotros.
Fabrizio Buonamassa: Es una gran oportu- nidad para mí cada vez que puedo hablar sobre mi pasión, sobre mi vida, con ami- gos, con personas que aman el diseño de los relojes, de los automóviles.
WW: Háblanos del reloj Cities, Edición Limitada para México.
FB: Es un relato muy largo. Es el último capítulo en la historia de Bvlgari y de las ciudades en la colección Bvlgari Bvlgari. Si recuerdo bien, empezamos a principios de la década de los 90, con el primer re- loj Bvlgari Bvlgari, color oro. Eran edicio- nes limitadas de diferentes ciudades con
los nombres de las ciudades en la carátula del reloj. Fue todo un éxito. Después de muchos años, hemos producido el mismo concepto, pero en distinto material. Ahora llegó el momento del más reciente capítu- lo de Bvlgari Bvlgari Cities, elaborado en acero, con una capa muy resistente. He- mos decidido rendir homenaje a algunas ciudades muy importantes para nuestra compañía y nuestra historia. Mexico City ha sido una de las ciudades con mayor re- levancia para Bvlgari en América Latina. Por eso determinamos celebrar esta ciu- dad fantástica, muy cercana culturalmen- te para los italianos en muchos aspectos. México es uno de los mercados más im- portantes para nosotros. La idea surgió hace dos años. Produjimos el primer reloj Bvlgari en 1974, el Roma. En una reu- nión sugerí volver a retomar la idea de las ciudades, con Bvlgari Mexico City, Bvl- gari Roma, Bvlgari New York, como una nueva evolución.
WW: Será un reloj muy especial para los afortunados que puedan tener esta pieza. FB: Es nuestro calibre base, con movimien-
to automático. El reloj es de Edición Limi- tada, con una fantástica correa de caucho que hace recordar a las telas. La Ciudad de México tiene un lugar especial en mi corazón, mi primera visita fue hace cua- tro años. Me sorprendió la dimensión de la ciudad, los colores, el paisaje. También visité Teotihuacán, fue una experiencia in- olvidable. Me encantaron los elementos de su arquitectura. En mi última visita a México, donde tuvimos esa agradable cena en Polanco, conocí a personas increíbles: periodistas, aficionados, personas apasio- nadas por relojes y por la marca. Para mí es un lugar único.
Me inspiro mucho en la cultura mexi- cana, en sus artesanías y en la manera en la que juegan con ciertos materiales. Me encantaría tener más ediciones limitadas y productos únicos dedicados a México.
WW: Cada reloj de Bvlgari que vemos vie- ne de tus manos y con tu diseño Fabrizio, he visto muchos de tus dibujos de relojes. ¿Cuánto dibujas al año?
FB: Efectivamente, paso entre 10 y 11 ho- ras al día en la oficina, de las cuales, hago bosquejos unas ocho horas. Es mi manera de pensar. Empiezo a imaginar algo justo cuando dibujo. Son de las cosas que me re- sultan más fáciles.
WW: Es el diseñador de todos los relojes de Bvlgari, eso es una gran carga de trabajo.
FB: Cuando dices que soy el diseñador de- trás de todos los relojes, es verdad, pero no al 100 por ciento. Debes entender que el diseñador es nada más una parte del pro- ceso. Puedo hacer bosquejos, pero los dise- ñadores que trabajan en mi oficina también los pueden hacer. Sin embargo, al final ne- cesitamos a alguien que pueda convertir las ideas en productos reales. Aquí está la gran
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