Con cuatro sorprendentes lanzamientos, Chronoswiss nos presenta la nueva era del Modern Mechanical: unos son la reinterpretación de un clásico y los otros la presentación de una familia inédita.
Para Chronoswiss, fundada hace poco más de 40 años, el tiempo abarca todas las dimensiones. Sus creaciones dan cuenta de ello pues no solo periten leer la hora, la hacen sentir y hasta escuchar. Quizá por eso la Maison no se cansa de sorprender con nuevos lanzamientos como las dos versiones del ya clásico Q-Repeater y la nueva colección Small Seconds.
En esta nueva entrega de tiempo sonoro están el Q-Repeater Scream y el Q-Repeater Blue Note, dos versiones de una misma visión de los experimentados relojeros de la maison de Lucerna. Ambas piezas combinan magistralmente una nueva forma de escuchar el tiempo con lo mejor de la mecánica relojera y un diseño sin inhibiciones que ha estado siempre presente en el ADN de Chronoswiss.

Los dos relojes están fabricados en titanio grado 5 con cajas de 42 mm y carátulas esqueletizadas que dejan ver la intrincada belleza del mecanismo. El color de sus distintos componentes otorgan a amabas piezas una profundidad hipnotizante.
Por supuesto que llevan la clásica corona de cebolla que los hace inconfundibles y que animan el legendario calibre C.126 que vio la luz en los años noventa ahora recreado y reinventado en el taller de Lucerna. El mecanismo cumple más allá de una función mecánica, contribuye a la belleza de las piezas con delicadas placas guilloché y bloques de cerámica tallados a mano.
Cuando el tiempo grita
El Q-Repeater Scream, se mantiene lejos de la discreción y reafirma su presencia a través de una emocionante paleta de colores. Como su nombre lo sugiere, su sonar no solo marca el tiempo, lo grita. Accionando el pulsador que se encuentra a las 10 en punto hace sonar los contundentes martillos ubicados justo en el lado opuesto, a la una en punto.
Su correa de piel de nobuk contrasta en una tonalidad gris, aunque guarda su aspecto alocado solo para su dueño: por dentro tiene una electrizante parte naranja y otra morada. La pieza es hermética hasta 30 metros. Su producción es muy limitada: solo 25 piezas de este grito de rebeldía estarán disponibles.

Las notas del azul
Por su parte el Q-Repeater Blue Note, es para aquellos que se inclinan por los estilos más clásicos, pero nunca aburridos. Su carátula esqueletizada con el mismo diseño que su contraparte colorida, esta toda recubierta en CVD azul marino. Su pulsador activa el sonido de las campanadas que en esta pieza están más inspiradas por los acordes del jazz.
Esta versión azul se afirma a la muñeca con una correa de piel de becerro azul con laterales en gris Alcántara y su edición se limita a 25 piezas de esta discreta sinfonía en azul que es hermética hasta 30 metros.

La reinvención de la simplicidad
Este lanzamiento marca el inicio de una nueva rama de la familia Chronoswiss, el Small Second, creado con la intención de producir un reloj sobrio, elegante y digno integrante del Modern Mechanical. La idea detrás de esta pequeña familia es apegarse a la verdadera esencia de la mecánica, sin adornos innecesarios ni excesivos.
Una caja de 40 mm, fabricada en acero inoxidable, con laterales pulidos, asas arenadas y esculpidas, resguarda el movimiento C. 6000. Este relativamente nuevo mecanismo es creación de Chronoswiss en colaboración con La Joux-Perret y fue lanzado por primera vez en 2023. La clásica corona se presenta más estilizada haciendo hincapié en la vocación mecánica de estas piezas.
La caratula no por ser sobria pierde su maestría artesanal que se muestra en las caratulas curvadas, las capas 3D y sus grabados guilloché dejan constancia de que menos, es más. Así lo muestran sus dos versiones: Small Second Dessert y Small Second Blue Orbit que retratan cielo y tierra
Lee también: This watch is on fire! Chronoswiss Delphis Firestarter

La aridez del desierto
El primero se inspira en la idea de belleza cruda representada por los paisajes desérticos. Las dunas de arena forjadas al paso del tiempo se presentan puras y poderosas, esa es la sensación que otorga el Small Second Dessert. Para conseguirlo se vale de una carátula con efecto 3D grabada con láser y 10 capas de nanoimpresión.
El robusto efecto 3D de la esfera se crea mediante una superficie grabada a láser, mejorada con 10 capas de nanoimpresión, que produce un juego de luces y sombras dando vida al terreno. La robusta correa Pilot de piel reafirma su esencia aventurera.

El cielo apacible
En contraste, el Small Second Blue, refleja la serenidad del espacio infinito. A través de una carátula grabada completamente en guilloché azul profundo que hipnotiza con su textura. Su segundero, ubicado a las nueve, está grabado con una técnica de achurado, representa el movimiento de los cuerpos celestes.
Este sobrio exponente de la relojería está acompañado de una correa negra de piel de becerro. La combinación de colores lejos de cualquier estridencia lo hace el ejemplo perfecto de tradición y modernidad relojera. Ambas piezas tienen una reserva de marcha de 55 horas y son herméticos hasta 30 metros.
