Hay relojes que son poesía pura. El nuevo Perpetual Moon 38 Red Gold de Arnold & Son, en sus dos iteraciones, parece inspirado en un cuento donde la magia de la Luna y el cielo nocturno son el paisaje ideal para el desenvolvimiento de una historia fascinante.
Presentado en marco de Geneva Watch Days, se presenta con dos carátulas: una versión con cristal de aventurina azul con partículas metálicas, la cual representa una bóveda celeste esculpida a partir del propio cristal (limitada a 88 unidades), y otra con carátula cliff grey en una tonalidad gris cálido con efecto rayos de sol (limitada a 28 unidades).
Las texturas y los contrastes son elementos que se exhiben con maestría, tal como el blanco iridiscente de la Luna (representada mediante un disco de nácar con material luminiscente), así como el cielo estrellado en un tono azul oscuro, con las constelaciones de Casiopea y de la Osa Mayor. En cuanto a sus detalladas y delicadas características estéticas, también encontramos el pulido del bisel, las cuatro asas y la corona.
Asimismo, su caja de oro rojo 5N (a partir de un bloque de oro rojo) de 38 mm de diámetro y 10.44 mm de grosor alberga el calibre A&S1612. Para ello, la Manufactura tuvo que crear un calibre completamente nuevo de 30 mm para adaptarse al diámetro de la caja del Perpetual Moon 38, siendo, nada más y nada menos, que el más pequeño de la colección.
Se trata de un movimiento de cuerda manual con 90 horas de reserva de marcha. En este modelo, la complicación estrella es la función de fases lunares, que luce un disco lunar de gran tamaño, y en la cual las fases de la luna se muestran en la ventanilla situada entre las 10 y las 2 h. De esta manera, es posible apreciarlas en todo su esplendor.
Más allá de su estética y funcionalidad, la precisión es otro de los atributos de este modelo, cuya complicación lunar cuenta con una precisión de 122 años, es decir, este es el tiempo que le tomará para mostrar un desfase de un día.
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