Rolex define su manera de hacer las cosas como Rolex, y no hay quien se atreva a contradecir que en cuestión de servicio, fiabilidad, excelencia en producción, independencia y verticalización son líderes, además de en números de ventas, innovación etc, pues Hans Wilsdorf fundó una Casa que ha hecho las cosas muy bien, de manera lógica y entregando un mensaje consistente a su consumidor, no por nada su demanda y el gran nombre de la empresa.
Bueno, durante este Baselworld se esperaba una novedad en pieza, y se cumplió, se llama Oyster Perpetual Yacht-Master 40, que además devela un brazalete Oysterflex con “cojinetes” patentados para garantizar el confort a la muñeca. La pieza está fabricada en Everose de 18 quilates y se ofrece en 38 y 40 mm con calibres 2236 y 3135 “Perpetual” (automático). Una pieza que sin duda se convertirá en un must-have para coleccionistas y en un extraordinario reloj para atraer a diferentes públicos hacia la marca, pues sin duda es un Rolex, pero uno sorprendente.
Los periodistas estábamos ansiosos de encontrar un nuevo movimiento que respondiera a los recientes estándares de la certificación de OMEGA y se cumplió, un calibre con 14 patentes y tolerancias de cuatro segundos (+2-2) que lleva por nombre 3255, es utilizado en el emblemático Day-Date (develado en 1956 *por lo que para 2016 estaría llegando a su 60 aniversario) y, que entrega una reserva de 70 h de autonomía gracias a un sistema de escape (Chronoenergy) de menor masa hecho de fósforo de níquel con tecnología LIGA (Lithography, Electroplanting n´Molding), un tren de engranajes más eficiente, una cuerda más delgada que permite ingresar más muelle al barrilete de gran capacidad y a una espiral de silicio con tecnología in-house (Parachrom), obviamente, todo ello supera las 48 h de reserva con las que contaba el motor anterior. Asimismo se han optimizado los lubricantes y se han reemplazado 90% de los componentes del calibre anterior, mismo que dejará de animar al nuevo Day-Date, que mira hacia el futuro con una posible certificación que trabaje junto con COSC, pero que contemple la revisión del movimiento una vez ensamblado. Asimismo, la carga se realiza de manera acelerada gracias a un rotor en monobloque montado sobre rodamiento de bolas, mientras que el mismo ha sido desarrollado para optimizar la absorción de impactos y prevenir su efecto negativo al interior.
Finalmente destacamos la presentación de nuevas carátulas y brazalete con tubos de cerámica para la máxima resistencia y confort, pero además sumamos las referencias femeninas que están equipadas del movimiento 3235, que reemplaza al 2236, lo cual hace pensar que se evolucionó en el calibre, y que se encuentra basado en el 3255 anteriormente comentado, únicamente que para este seis, y no 14 patentes se han puesto en la mesa. Para este nuevo movimiento se pensó la colección Oyster y su Datejust, pero no solo se puso atención en la parte técnica, pues la pieza cuenta con un bisel en degradación de zafiros naturales con posibilidades de tonos vivos y femeninos.
Así pues Rolex demuestra por qué es líder en innovación, y sin duda coloca el listón en lo más alto de la tecnología en función de la precisión entregada a su cliente, que es el más importante para la Casa de la corona.
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