El tiempo como regalo: la mirada navideña de Tissot
Esta temporada Tissot honra su larga trayectoria. Plena de alegría y celebración, la firma muestra a las nuevas generaciones su aventura de 172 años con The Gift of Time.
Muy a tiempo para la Navidad, Tissot nos lleva por una aventura visual que recorre toda su historia, desde su fundación en 1853 hasta nuestros días, ya establecida como una firma que no solo ha permanecido, sino que ha superado sus propios límites. Manteniéndose fiel a sus valores fundamentales como la búsqueda incansable de la precisión y el rendimiento, se ha convertido en cronometrador oficial de la NBA, WNBA, el Tour de Francia y MotoGP y demuestra que tiene lo que se necesita para conectar con las nuevas generaciones.

Tissot nos invita a un viaje en tren a través de sus hitos más importantes: su fundación, la creación del primer reloj de pulsera antimagnético del mundo, la exploración de la hermeticidad, que derivó en la colección Seastar de la década de los 50; la resistencia a los golpes, materializada en el PR 516 de los 60; hasta la llegada de cuarzo en los 70, que marcó un parteaguas en la relojería al que Tissot se adaptó con gracia, sin dejar de crear relojes automáticos, como el IDEA 2001.

Todo empieza con un regalo
La historia de Tissot empezó con la voluntad de Charles-Félicien Tissot y su hijo Charles-Émile de compartir su conocimiento y su artesanía con el mundo, produciendo las más hermosas piezas de relojería. Este regalo se sigue compartiendo pues fue solo el inicio de una larga historia que combinaría tradición atemporal con los avances más revolucionarios y modernos.
Y como no hay mejor regalo que el tiempo, esta temporada Tissot nos recuerda que cada una de sus piezas es más que un objeto, es experiencia realizada, es el reconocimiento de que nuestro pasado nos preparó para nuestro futuro. El legado nunca se pierde, se consolida, ese es el verdadero Gift of Time materializado en colecciones de piezas icónicas que han sabido perdurar y acoplarse.

Celebrar obsequiando tiempo
Esta época navideña la Manufactura establecida en Chemin des Tourelles tiene algo para todos, como el Tissot LeLocle con su caja de acero inoxidable y su carátula guilloché sobre la que destacan elegantísimos números romanos: todo un homenaje a la ciudad que los vio nacer. Para ellas está el Tissot SRV, un reloj eminentemente femenino, inspirado en un diseño original de 1975 pero con clara impronta del estilo Déco, y súper preciso, gracias a su movimiento de cuarzo. Cuenta con cristal de zafiro y es hermético hasta 50 metros.

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Para aquellos que les gusta brillar con clase está el Tissot Ballade, disponible en nuevas versiones con cajas de 30 y 39 mm que resguardan una luminosa carátula de efecto soleil y cuentan con movimiento de cuarzo con certificado COSC. Otra excelente opción es el Tissot Classic Dream con caja de acero inoxidable, detalles en oro rosa y una reserva de marcha de hasta 80 horas que le otorga su movimiento automático Swiss Made. Disponible con carátula plateada o negra.



Para los más modernos está el icónico Tissot PRX Powermatic 80, que conserva los detalles fundamentales del diseño original materializados con la resistencia y ligereza del titanio, que va dese la caja hasta el brazalete. Si el objeto de nuestros halagos es amante de la tecnología más vanguardista, qué mejor que obsequiarle un Tissot PRC 100 Solar que integra el sistema Lightmaster Solar, capaz de captar la luz del día para hacer funcionar su mecanismo de cuarzo hasta por 14 días, aun en la oscuridad.


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Karla Otero
Durante más de 20 años he escrito sobre arte, moda, estilo de vida y, por supuesto, sobre relojes, siempre pensando en la precisión, la belleza y el pulso creativo del tiempo.
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Jessie Espinosa