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Rev reso: una leyenda en movimiento
Este 2011 cumple 80 años el Reverso de Jaeger-LeCoultre, un reloj que hoy forma parte del exclusivo mundo de la historia
de la relojería, porque es una creación de alta escuela técnica
y máximo valor estético. Fue en marzo de 1931 cuando el ingeniero francés, Alfred Chauvot, registra la patente de un reloj con una caja que “gira sobre sí misma” para proteger la carátula, quedando sólo expuesto el metal de la caja. La situación que originó el reto de crearlo fue un juego de polo y de manera más precisa, un oficial británico, quien al término de un partido vio que el vidrio de su reloj se había roto por los golpes recibidos durante el juego. Esto sucedió en la India, donde el suizo Cesar de Trey conoció al oficial del reloj estropeado. En cuanto llegó
a Europa, de Trey inició pláticas con Jacques David LeCoultre, un relojero dueño de las pocas manufacturas helvéticas con experiencia en la creación relojera. De hecho, para ese momento la casa ya contaba con 200 calibres de cronógrafos distintos y un número igual de relojes repetidores. Para noviembre de ese año, Cesar de Trey -el comerciante suizo- y Jacques David LeCoultre le compran la patente a Alfred Chauvot y fundan lo que en 1937 sería la “Sociedad de Ventas de Productos Jaeger-LeCoultre”, inicio de lo que hoy conocemos como la Manufactura que lleva el mismo nombre.
Así, el Reverso de 1931, que nace con espíritu de “guerreros, príncipes y reyes” -personajes como los militares
británicos apostados en la India-, se convierte en una de las mejores leyendas de la historia de la relojería: la caja que gira sobre sí misma.
Jérôme Lambert, CEO de Jaeger-LeCoultre, lo expresa de la siguiente manera: “Llevar en la muñeca un Reverso de las colecciones actuales, permite acceder al exclusivo mundo de la relojería, pero también, y sobre todo, al universo de la perfección técnica y del refinamiento estético”.
De 1931 al 2011
Este concepto de Jaeger-LeCoultre, el Reverso, que ha
contado el tiempo por ochenta años, no sólo permanece
en las canchas de polo, sino renovándose en la muñeca de conocedores y coleccionistas. A este ejemplar le han dado vida varias generaciones de movimientos mecánicos. Su primera complicación la recibe en 1991 con el Calibre 824 con reserva de marcha y fecha con agujas. En 1993 vio su primer tourbillon, y para 1994 estrena un movimiento de repetición de minutos. En 1996 le imprimen un movimiento cronógrafo, y dos años más tarde, recibe una edición limitada de doble huso horario. En el 2000 llega el calendario perpetuo en serie limitada. Más adelante, el Reverso añade el Duoface, con dos caras para
la función de doble huso horario o dos estilos de carátula.
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