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Este año, Omega ha apostado por una llamativa gama de colores como hilo conductor de sus colecciones, y el Speedmaster ’57 no es una excepción. La línea incluye dos modelos con carátula con tratamiento de PVD azul y PVD verde con cepillado solar, y otro con un nuevo barnizado burdeos. En estos casos, tanto las agujas como los índices rodiados están rellenos de Super-LumiNova vintage blanco con emisión verde. Existe una fascinante cuarta versión con una carátula tipo sándwich negra –inédita en el Speedmaster– compuesta por dos placas: la primera con Super- LumiNova vintage beige y emisión verde, y la segunda con los índices horarios calados, que dejan ver el material luminiscente de abajo, y un acabado pulido al chorro de arena.
Todos los modelos están disponibles con el brazalete de acero noble de eslabones planos que se utilizó por primera vez en la edición limitada de 2019 como un tributo a los 50 años del alunizaje del Apolo 11. Ahora viene equipado con el cómodo sistema de ajuste patentado por Omega e introducido en el Speedmaster Chronoscope de 2021, que permite expandirlo hasta 2.3 mm, otra enorme mejora con respecto al CK 2915- 1. Asimismo, los relojes se pueden adquirir con unas magníficas correas de piel de ternera sin grano en color café, azul, burdeos o negro.
Usted no necesita ser un fan del Speedmaster Moonwatch Professional para que le guste el Speedmaster ’57. Aunque emparentados, son dos modelos con estilos e intenciones lo suficientemente distintos como para convivir y complementarse sin problemas en su colección. Para nosotros, que sí somos admiradores de las creaciones de Omega, dos o tres o cuatro Speedmaster siempre serán mejor que uno. Y más si tienen las cualidades estéticas y mecánicas del Speedmaster ’57, un reloj que, hoy más que nunca, está en nuestra wish list.
Gerardo Nino
El Speedmaster CK 2915-1 de 1957 es considerado el primer cronógrafo de la historia que tuvo la escala taquimétrica en el bisel y no en la carátula.
WATCHES WORLD 53