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SPECIAL REPORT
que el resultado esté a la altura de su reputación, es uno de los retos más difíciles para cualquier marca de lujo. Eso es justo lo que Breitling ha conseguido con las nuevas versiones del Navitimer. La apuesta de la firma va más allá de un rediseño, y propone una fórmula distinta en tamaños y colores para acercar este modelo a los jóvenes, sin alejar a sus admiradores de otras generaciones.
El Navitimer surgió en 1952 de la mano de Willy Breitling, el nieto del fundador de la Casa, quien desarrolló un cronógrafo de muñeca con una regla de cálculo circular que permitía a los pilotos realizar todos los cálculos de vuelo necesarios. Fue tan bien aceptado por los profesionales de la aviación que, dos años después, la Asociación de Pilotos y Propietarios de Aeronaves de Estados Unidos (AOPA), el club de aviadores más grande del mundo, lo designó su reloj oficial. El logotipo alado de la AOPA se colocó a las 12 h y así nació el Navigation Timer (temporizador de navegación) o Navitimer.
En la entrevista, Sayler me explicó que el Navitimer se ha renovado con base en el enfoque modern retro que caracteriza a la firma desde 2017, cuando Kern se convirtió en el CEO: “En los últimos dos años hemos relanzado varias colecciones, siempre con ese concepto: retro, porque representa nuestra historia y tradición, y modern, porque refleja un nuevo toque contemporáneo. No estoy seguro de si fue parte de una estrategia o una coincidencia, pero el Navitimer se quedó para el final. Es la última colección que hemos rediseñado”, dijo.
En el caso del Navitimer, fue particularmente importante mantener el equilibrio entre
tradición y modernidad: “Una imagen dice más que mil palabras. Al verlo, de inmediato te das cuenta de que es el Navitimer, porque tiene todas las características clave del diseño, aunque también incluye muchos detalles novedosos”, añadió Sayler.
Navitimer de 41 milímetros.
Navitimer de 46 milímetros.
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