Page 55 - Impreso
P. 55

   Panerai Submersible Marina Militare Carbotech 47 mm.
Sin embargo, fue en la Primera Guerra Mundial (1914-1918) cuando los relojes de pulsera se volvieron parte esencial del equipo militar.
Se les llamaba “trench watches” o “wristlets”, y, en general, su diseño era igual: carátula blanca o negra esmaltada con grandes números arábigos en contraste para facilitar la lectura; manecilla horaria y/o números luminiscentes; correa de piel; y, como los relojes de bolsillo, tapas con bisagras para proteger
el frente y el reverso, aunque muchos tenían rejillas metálicas del lado de la carátula que permitían consultar la hora sin necesidad de abrirlos. Muchas marcas producían este tipo de relojes, entre ellas: Omega, Hamilton (proveedor oficial del Ejército y la Fuerza Aérea estadounidenses), Doxa, Gruen, Waltham y Elgin.
Bell & Ross BR 03-94 Patrouille de France.
IWC Big Pilot´s Watch Perpetual Calendar Top Gun Edition Mojave Desert.
Para la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los relojes militares sumaron muchos de los avances de los años previos en cuestión de hermeticidad y resistencia al magnetismo, los golpes, las vibraciones y los cambios de temperatura; todas esas cualidades que son tan relevantes en los guardatiempos de la actualidad.
Los proveedores tenían
que cumplir con las rigurosas especificaciones militares, o mil specs, de cada país, mientras que los Gobiernos contrataban a las manufacturas que eran capaces de producir las grandes cantidades
de piezas que necesitaban.
Breitling Superocean Automatic 48.
El Ministerio de Defensa británico, por ejemplo, trabajó con 12 firmas, entre ellas varias suizas, para que fabricaran miles de relojes con carátula negra, manecillas e índices luminiscentes, minutería ferrocarril, cristal inastillable, caja de acero
y mecanismos sencillos, pero muy precisos y fiables. Se les conocía
con el código WWW (Watch, Wrist, Waterproof), que tenían grabado
en el reverso. Algunas de las marcas participantes fueron: Eterna, Jaeger- LeCoultre, Omega, Lemania y Longines; por ese capítulo, se les llama The Dirty Dozen, como la película de 1967.
Gerardo Nino
 Muchas marcas tienen en sus catálogos productos que son herederos directos de esos modelos o se inspiran en ellos.
WATCHES WORLD 53
                                                                                            
















































































   53   54   55   56   57