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Special Report
Oris Whale Shark Limited Edition: el mensajero del tiburón ballena
Cuando se sumerja en el profundo azul turquesa presente en la carátula del Whale Shark Limited Edition de Oris, no únicamente cerrará los ojos para sentir
su conexión con el océano, con el agua, con las olas; sino que el grabado inspirado en la piel del tiburón ballena lo acercará, cada vez que mire la hora, a este gigante del mar. Sin embargo, este acercamiento, más allá de ser de carácter contemplativo, le recordará que, a cada paso del segundero, el tiempo de este asombroso animal podría estar contado.
La vida marina siempre nos llama la atención. El deseo de estar en el agua
y fundirnos en la arena, es persistente
en la mayoría de nosotros. Pero ¿qué le damos de regreso? ¿en qué se beneficia el mar con nuestra presencia? La actividad
humana resuena en cada una de las especies que lo habitan. A pesar de que los océanos constituyen el 97% del agua del planeta y representan el 99% en volumen de su espacio vital, no ha sido suficiente para que logren restaurar el equilibrio.
Ni las prohibiciones de plástico, ni las campañas ambientales, ni la era de la información han conseguido reducir el impacto del consumo desmesurado, la práctica depredadora más grande que existe y, con ello, la afectación en la vida de toda una especie. En 2016, la Unión Internacional para la Conservación de
la Naturaleza alertó en cuanto a que la población mundial de tiburones ballena se había reducido a la mitad en los últimos 75 años por la pesca legal e ilegal, las trampas de pesca y las colisiones con barcos, principalmente.
A su vez, la gente paga por su carne, branquias, aceite y aletas para la sopa de aleta de tiburón, explica el Embajador de Oris, Gerardo del Villar, un veterano explorador y reconocido fotógrafo submarino, quien ha retratado al tiburón
ballena por más de 15 años. La alta demanda en el mercado internacional provoca que la pesca sea constante, incluyendo zonas donde no está regulada.
Si lo miramos como es, sin el velo del interés, nos encontraremos, no con un mamífero, sino con el pez más grande y dócil del océano. Con más de 12 metros de longitud, cerca de 20 toneladas de peso y hasta 70 años de vida, se alimenta filtrando todo a su paso, consumiendo plancton y peces pequeños: “Ayudan
a eliminar a los débiles y enfermos, y a mantener el equilibrio con los rivales, garantizando así la diversidad de especies. Sin tiburones ballena, los ecosistemas se colapsarán en el futuro”, revela
el fotógrafo.
El mensajero
Las palabras se pierden en la vorágine del tiempo, desvaneciendo consigo
su mensaje, por lo que quizá el único capaz de contenerlas, sea un reloj. Así recordará que, detrás de cada una de las 2,016 piezas limitadas del Oris Whale
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