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Special Report
U¡Un lugar bien ganado! n dispositivo extraordinario: realmente dos relojes en uno, el cual cubre las expectativas de quienes
tenían alguna duda sobre el lugar que ocupa Montblanc en la alta relojería.
Montblanc presenta el primer desarrollo del Institut Minerva de Recherche Alta Relojería y comienza a dar forma a las nuevas ideas para la próxima década, después de celebrar en el 2008 el 150 aniversario de su fundación. Luego de la inauguración del taller, el cual fue renovado en su totalidad, la atención se centra exclusivamente en preservar y cultivar el arte de la relojería de acuerdo con la auténtica tradición suiza. Por otro lado, la marca se ocupa del desarrollo continuo de tecnologías y conceptos innovadores para asegurar un futuro brillante en el sector.
El reloj estrella lanzado este año dentro del Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH) fue el Timewriter 1: Metamorphosis, un trabajo de creadores independientes que tienen grandes ideas y el proyecto de establecerse como verdaderos relojeros.
De la imaginación de Johnny Girardin y Franck Orny nace un reloj con dos caras y dos funciones que representa una auténtica respuesta creativa: la combinación de los principios tradicionales de la relojería con la creación de algo totalmente nuevo y sin precedentes. Pero al decir novedoso no nos referimos -obviamente- a dos funciones en dos subesferas, hablamos de que al presionar un botón en el lado izquierdo de la caja, descubrimos que algo falta en el interior y luego encontra- mos una segunda cara abajo. El cambio entre un cronógrafo y otro es nada menos que milagroso, ¡y muy divertido!
Para lograr esta metamorfosis de una manera puramente mecánica, los dos creadores se vieron obligados a recurrir a todas sus habilidades como relojeros y a copiar los métodos de la técnica de los autómatas de la construcción, oficio tradicional que, como la relojería, ha sido practicado en la región suiza del Jura. Como mezcla perfecta de tradición e innovación, el mecanismo de transfor- mación revolucionaria se basa en el calibre MBM16.29.
El espectador tropieza con una gran caja en forma de lágrima con una carátula que muestra la hora ordinaria de día, también conocida como “tiempo civil”. Un minuto retrógrado barre su arco entre el “8” y el “4” desde el centro de la esfera principal. Un segundo gran cambio, que comparte este mismo eje central, completa un círculo por minuto. La visualización de la fecha se encuentra a las 6 en punto. Las manecillas antes mencionadas se combinan para indicar la hora civil actual y la fecha. Pero tan pronto como un aficionado curioso pulsa un botón del lado izquierdo de la caja, comienza una metamorfosis que lo transforma en un cronógrafo en cuestión de segundos.
En el momento de la construcción se tuvieron que adaptar todos los componentes del meca- nismo, un metamórfico -que incluye un cañón separado, un regulador de fuerza centrífuga y un gran número de pequeñas partes, muchas de las cuales carecen de precedente- para armonizar con la construcción existente de la talla HCH 16,29. Aunque el mecanismo del cronógrafo en el lado del puente se mantuvo sin modificaciones, el contador de minutos fue revisado para que pudiera ocupar su nueva ubicación en el “6 de la tarde”. El tradicional V-cronógrafo en forma de puente fue eliminado. Una suma de 567 componentes individuales hace de la metamorfosis Montblanc uno de los relojes contemporáneos más complicados.
Estos ejemplares serán hechos a mano en los talleres de Villeret. Sólo 28 amantes del tiempo serán los afortunados que podrán lucir en la muñeca una u otra carátula, según lo amerite la ocasión.