A medio camino entre el arte y la joyería, Van Cleef & Arpels sigue creando piezas fascinantes. Relojes, objetos extraordinarios y joyas que dan la hora integran estos icónicos lanzamientos.
Con ocasión de Watches and Wonders la maison de Place Vendôme, cuyo motor principal es el amor, aprovecha para presentar al mundo exquisitas piezas que cuentan una tierna historia a través del arte, precisión y maestría relojera. En esta ocasión Van Cleef & Arpels rinde homenaje a la ciudad luz, la ciudad del amor con tres colecciones que representan un sentimiento puro.
La primera crónica se cuenta través de la colección Pont des Amoureux, rebosante de complicaciones poéticas. Presentada por primera vez en 2010 con una pieza que le valió un galardón en el en el Grand Prix d’Horlogerie de Genève, esta colección representa el tierno encuentro de una pareja en un puente de París.
Historias de amor
Mientras marcan las horas y los minutos se van acercando entre sí para culminar con un tierno beso. La historia sigue su curso con cuatro nuevas versiones que ostentan distintos brazaletes y carátulas. Cada una representa el amoroso encuentro en cuatro momentos distintos del día: al amanecer, en plena mañana, al ocaso y a medianoche.
Las tonalidades de las fases del día se muestran a través de colores en el brazalete y la carátula. Distintos tonos de rosa adornan las piezas Aube y Soirée, mientras que Matinée y Clair de Lune están decorados con tonos de azul. Todos lo brazaletes están engastados con diamantes y zafiros y las carátulas fabricadas en oro con esmalte grisaille.
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Otra escena de amor la cuenta el reloj Lady Arpels Bal des Amoureux Automate que reproduce una escena similar pero esta vez en un café al aire libre en donde dos personajes se van acercando hasta fundirse en un tierno beso.
La acción ocurre solo dos veces al día: al mediodía y a medianoche. Aunque pulsando un botón situado en el costado la escena se puede repetir tanto como se desee. Las horas las indican dos estrellas que parecen resguardar a los personajes y que se mueven gracias a un complicado sistema retrógrado doble.
El artífice de la pasión y el encanto de las estrellas
Además de los cotizados relojes de pulsera, Van Cleef and Arpels se ha dedicado desde su fundación en 1906 a la creación de Objetos Extraordinarios que miden el tiempo mientras representan una escena.
En esta ocasión el savoir faire de la Manufactura combina la precisión de la mecánica, la alta joyería y los métiers d’art en dos piezas excepcionales. Uno es Naissance de l’Amour, un autómata que se suma a una colección que empezó en 2022 y no ha dejado de entregar magníficas piezas cada año desde entonces.
La escena representa a Cupido, esculpido en oro blanco, rosa amarillo y decorado con diamantes que se eleva por encima de una pequeña canasta de plumas rodeado de nubes de oro blanco, diamantes y zafiros rosas en distintas tonalidades.
El mecanismo que lo impulsa se creó en colaboración con el estudio suizo de François Junod en Sainte-Croix. La hora se lee sobre un anillo giratorio en el que se asientan dos plumas decoradas con diamantes y sujetas por un delicado lazo en pavé de diamantes.
Además del amor otra de las fascinaciones de Van Cleef and Arpels ha sido la bóveda celeste, los planetas y las estrellas. Se ha dedicado con fervor a la construcción de planetarios a través de Poetic Astronomy de la que ahora forma parte Planetarium. Una verdadera obra de arte que maravilla no solo por su absoluta belleza, sino por la impecable perfección de su manufactura.
Una escultura delicada e imponente a la vez con 50 cm de altura y 66,5 cm de diámetro, representa la delicada danza de los planetas y su viaje alrededor del sol. Todos se mueven a su velocidad real de rotación. Casi no hay palabras para describir la hipnotizante belleza de esta pieza que hay que ver para creer.
Ni un solo detalle se pasó por alto, desde las piedras que representan cada planeta, los movimientos, la madera, los metales preciosos, todos se unen para una danza astronómica.
Alhajas que miden el tiempo
Siempre en confluencia, la joyería y la relojería han impulsado las creaciones de la maison de Place Vendôme. La maestría de la casa para ensamblar piedras preciosas, hacer los cierres casi imperceptibles a la vista, mostrar la hora con precisión y de la forma más discreta posible han posibilitado la creación de piezas icónicas de las que ahora se presentan nuevas versiones.
En 1935 Van Cleef and Arpels creó una joya que además se convirtió en insignia de alta relojería. El reloj Cadenas está compuesto de un asa que nos remite a un candado que aparece rodeado por una doble cadena de reptiles. La hora se lee gracias a su carátula inclinada que permite “echar un vistazo” con absoluta discreción.
Esta nueva versión la maison creó una pieza mucho más suntuosa a través de un brazalete de oro amarillo con una caja del reloj esta recubierta con diamantes y adornada con una sola hilera de zafiros talla princesa. La carátula del reloj es de oro blanco pavimentado con diamantes. El patrón de diamantes y zafiros se repite en el cierre en una versión un poco más pequeña.
Otro lanzamiento que recoge la tradición de una pieza histórica es Ruban Mystérieux. Inspirado en las creaciones de alta costura, simboliza un lazo que se ata delicadamente alrededor de la muñeca de su poseedora.
El protagonismo de la pieza se centra en un enorme diamante DIF talla oval de 3,72 quilates que adorna la blanquísima carátula del reloj. La pulsera está toda recubierta con diamantes colocados con la técnica de engaste en nieve. Zafiros y esmeraldas contrastan con la blancura del resto y hacen las veces de lazos complementarios. Estas últimas están colocadas con la técnica Mystery Set, patentada por Van Cleef & Arpels en 1933.
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