Breguet celebra 250 años de magisterio en 2025. Un aniversario en el cual la figura del mayor creador de la historia de la relojería se revitaliza como paradigma del savoir-faire excepcional y el espíritu pionero. Un legado científico, mecánico y estético al alcance de pocos. Hacemos un repaso histórico a 10 hitos esenciales para entender esta firma legendaria.
1775. Inauguración del Taller

A.-L. Breguet nace el 10 de enero de 1747 en Neuchâtel. Con tan solo 28 años, abrirá su propio atelier en Quai de l´Horloge, en la Île de la Cité de París. Un negocio que adquiere en propiedad posteriormente tras casarse y transmitirá a sus herederos al final de la Revolución francesa.
1780. Sus primeros relojes automáticos

Aunque la invención previa se le atribuye a Perrelet, Breguet creó su sistema para el reloj automático de forma fiable con gran éxito. Conocido como sistema “Perpétuelle” con un primer rotor de platino, el primer gran éxito de su carrera fue adquirido por el duque de Orléans. A partir de entonces gozó de gran reconocimiento en la corte de Versalles y la aristocracia europea.
1783. El primer mito universal de la relojería


Un guardia de la reina encarga una pieza excepcional con las complicaciones y refinamientos de la época. El primer gran mito y “protoreloj” que ha obsesionado al imaginario colectivo y a los coleccionistas durante casi dos siglos. Robado en 1983 en un museo de Jerusalén, el modelo “Marie-Antoinette”, que lleva el número Breguet 160, salió nuevamente a la luz en 2007, mientras que en el Salón de Basilea 2008, Montres Breguet reveló el nuevo “Marie-Antoinette” número 1160, construido desde las investigaciones de archivos y dibujos originales.
1793. Momentos convulsos de la Revolución

El genio relojero se vio obligado a regresar a su Neuchâtel natal tras la violenta irrupción de la Revolución francesa. A pesar de la distancia, no cerró completamente su taller de París. Se refugió dos años en Ginebra, Neuchâtel y Le Locle. Un periodo de intenso estudio donde investigaba sin perder motivación.
1796. Un investigador con el don natural del creador

Regresó a París en la primavera de 1795. Su incesante actividad arrojaría nuevas luces para la relojería, como el nacimiento de la espiral. Ese pequeño resorte fundamental regula con su elasticidad las oscilaciones del volante, el corazón del reloj. Todas las grandes firmas adoptaron la espiral Breguet. Y en 1796, pone a la venta su primer reloj de suscripción —pago por anticipado de una cuarta parte— que destacó por su única aguja.
1798. Sorprendentes principios del tiempo

Nace el reloj Sympathique, ideado por Breguet en 1795 y presentado por primera vez en la exposición nacional de 1798. El “péndulo simpático” es un sistema compuesto por un péndulo y un reloj. El péndulo está destinado a recibir el reloj, el cual, colocado sobre un soporte, se pone en hora y se regula automáticamente. El término “simpático”, elegido por Breguet, expresa la idea de comprensión y armonía de los órganos del cuerpo humano, así como al ser humano con el cosmos. Un año después nacería también el primer reloj táctil, que permite leer la hora al ser tocado.
1801. La patente de un tipo de regulador llamado “tourbillon”

Breguet fue el inventor del conocido dispositivo antigravedad empleado por la mayoría de las firmas actualmente. Es el conocido sistema diseñado para compensar los errores y fluctuaciones de funcionamiento derivados de los efectos de la gravedad terrestre. El tourbillon, uno de los inventos más conocidos de A.-L. Breguet, es también uno de los más difíciles de crear. El invento consiste en montar el conjunto del escape en una jaula móvil que gira sobre sí misma. El 26 de junio de 1801 (7 de Messidor del año IX, en aquella época estaba vigente en Francia el calendario de la República), Abraham-Louis Breguet patentó esta creación a la cual llamó “tourbillon”.
1810. El primer reloj de muñeca de la historia

La figura ya consagrada de Breguet entabla una relación especial con Carolina Murat, la hermana menor de Napoleón, convertida en preeminente cliente y coleccionista, que adquiere 34 péndulos y diversos relojes desde 1808 hasta 1814. Una petición expresa daría lugar al primer reloj para ser usado en la muñeca. Anteriormente, Napoleón Bonaparte ya se había convertido en uno de sus clientes y compró un reloj de repetición, una pieza de viaje y un reloj perpetuo en 1798. Actualmente, el catálogo cuenta con la colección Reine de Naples.
1815. El relojero de la Real Armada francesa

Uno de los títulos oficiales más honorables y prestigiosos que podía recibir un relojero en esa época. De la mano de Luis XVIII, recibe el nombramiento oficial de fabricante de cronómetros de la Real Armada francesa. Un reconocimiento que equivaldría actualmente al de un investigador científico de primer orden. Las expediciones francesas eran guiadas por la fiabilidad y precisión de los cronómetros de Breguet.
1823. Adiós al gran creador

A.-L. Breguet fallece el 17 de septiembre de 1823 en París, a la edad de 76 años y ocho meses. Se fragua la leyenda del gran maestro relojero. Antoine-Louis Breguet, su único hijo, nacido en 1776, continúa con la obra de su padre y toma la dirección de la Maison.
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