Cada que nos llega un comunicado de prensa, lo primero que pensamos es que será alguna asociación, el lanzamiento de una pieza o una sinergia con algún evento de sociales pero, en esta ocasión platicaremos de lo que verdaderamente mueve a la pieza y a la industria, su calibre.
Históricamente, Alpina se apoyaba en constructores de movimientos para cronógrafo como Landeron, Minerva y Valjoux, no obstante, las demandas de alta relojería y nuevos estándares de verticalización por parte del Grupo comandado por Peter Stas, han sugerido realizar la investigación necesaria e inyección de capital para contar con un crono hecho en casa.
En esta ocasión «interrumpimos la programación» para compartirles que luego de 132 años de historia, Alpina se consolida con su primer mecanismo de cronógrafo desarrollado íntegramente en la manufactura de Plan les Ouates, Ginebra.
Dicho motor no es un crono cualquiera, sino que late a a una frecuencia de de 4 Hz, altamente probada, cuenta con 233 componente, entrega una autonomía de 38 horas de reserva y cuenta con un módulo flyback para la fácil manipulación del crono cuando se ejecuta el pulsador en más de dos ocasiones. Es decir, el flyback hará que la manecilla retorne a cero y arranque al instante, ahorrando los pasos de stop, reset y start para una nueva medición. Asimismo, la pieza resulta antimagnética, hermética (100 m), cuenta con protección de absorción de impactos (Incabloc), conjunto que lleva por nombre AL-760, con rotor bidireccional.
Finalmente, el preciado calibre da vida al Alpiner 4 Chronograph Flyback, un relo completamente robusto, cuenta con una caja de acero potente que se extiende a 45 mm de diámetro.