Una de las conferencias de prensa más esperadas tuvo lugar hace año y medio en el nuevo complejo “Planet Swatch” de Baselworld 2013, que presentó una de las mayores innovaciones a la industria en los últimos años. Se trata de un movimiento mecánico que lo hace todo posible, es decir: es un calibre modular que entrega una reserva de marcha de hasta 90 h, incorpora 17 patentes, se ajusta a un único tornillo central, cuenta con un total de 19 rubíes, es 100% Swiss Made y además, la pieza final tendrá un valor –en el mercado– alrededor de 100 y 200 francos suizos.
Esta era la noticia en su momento, y hoy, lo sigue siendo, pues basándose en lo complejo de lo simple, el reloj tiene como intención entregar mecánica a todo el mundo, y un nivel de personalización excepcional, tal como el primer Swatch de la década de los 80 con 51 componentes, pero animado por cuarzo. Hoy Sistem 51 es cotizado, cotizadísimo, y ha sido motivo para los más prestigiosos galardones de la horología, pero sin duda el más importante de todos es aquel que concede el público a cada hora, minuto y segundo en las plataformas de comunicación, cuestionando, interesándose y solicitando información con respecto al mismo.
Y es que la pieza es hermosa, pero la innovación es prácticamente imposible de creer, ¿no es así? Una vez más Swatch busca rescatar a la industria después de la nombrada crisis del cuarzo, pero ahora lo hace de manera distinta. Privilegiar el movimiento mecánico a un precio tan competitivo, que además no necesita de mantenimiento continuo, es sin lugar a dudas una de las mejores armas con las cuales se puede rivalizar con las compañías asiáticas dentro de este rango de precios. El sello Swiss Made 100% y su producción masiva (1 movimiento cada 20 minutos) entregarán fichas récord de fabricación, mismas que habrán también de reflejarse en ventas que superen el millar de este reloj llamado Sistem 51.
Finalmente, y como sabemos, Swatch ofrece un nivel de personalización como ninguna otra marca, y es por ello que todo el movimiento puede ser decorado mediante diferentes técnicas, mismas que lo harán el compañero ideal para la muñeca de su portador, al tiempo de conferirle una identidad individual.