Un clásico tiene una razón por la cual se considera en esta categoría: atemporalidad. Permanecer en el deseo de los coleccionistas no es sencillo cuando existe una producción anual de más de 30 millones de relojes, solo en Suiza. Para las marcas relojeras, lograr posicionarse entre los gustos más exigentes no es tarea fácil, mucho menos hacer reinterpretaciones de sus modelos más emblemáticos.
Omega lo sabe hacer, domina el arte de poner sus piezas a múltiples escalas. Su inspiración es su propia historia. Ejemplo de ello es el nacimiento del modelo Chronoscope. La palabra “cronoscopio” se deriva de raíces griegas «Chronos» (tiempo) y «Scope» (observar), siendo la capacidad de un reloj para realizar varias mediciones de un evento.
El cronoscopio es una herramienta que en su origen era confiable para el gremio médico y los militares, ya que les ayudaba a tomar lecturas más precisas. La historia de Omega con Chronoscope inicia en 1885, cuando su fundador Louis Brandt presentó el primer reloj de bolsillo con cronoscopio.
La Casa relojera continuó con la historia del cronoscopio en la década de los 30 y 40. Después, su fuerza disminuyó con el éxito de otras familias, como Seamaster, Speedmaster, De Ville y Constellation. En 2007, Omega introduce una versión del Chronoscope dentro de la familia De Ville.
Irrefutable: un clásico siempre tendrá su lugar, con la libertad de regresar cuando quiera. Este año, regresa el Speedmaster Chronoscope con un diámetro de 43 mm y varias versiones que comparten el valor de la funcionalidad. Las tres escalas de medición de tiempo como el taquímetro (mide la velocidad en función de la distancia), telémetro (mide la distancia en función de la velocidad del sonido) y pulsómetro (mide los latidos de un corazón humano) son detalles que disfrutarán los entusiastas de esta familia.
Algunas cosas cambian, y si hablamos de alta tecnología, Omega tiene una larga historia y un mejor futuro con su investigación y desarrollo en avances técnicos. Por ello, la nueva generación está impulsada por el Escape Co-Axial patentado por la marca suiza. Mediante el movimiento Co-Axial Master Chronometer calibre 9908 de carga manual, se anima un espectáculo que también puede apreciarse al reverso de la caja.
Lee también: Omega Seamaster Diver 300M 007 Edition, el reloj del agente 007
Con las funciones que es capaz de realizar este modelo, necesita suficiente energía sin sacrificar la precisión. Para ello, Omega ha recurrido a dos barriletes, pero además, tienen un revestimiento de carbono antidesgaste similar al diamante.
Los modelos Chronoscope cuentan con un diseño “caracol” en la carátula, elemento que nos recuerda a los cronógrafos que fabricaba la marca en la década de 1940. ¿Más detalles? Las manecillas en forma de hoja y el espiral que juguetea entre los números arábigos.
De esta manera, se presenta en seis modelos de 43 mm en acero, y la versión con el exclusivo Bronze Gold de Omega. Los aficionados de la historia de Omega apreciarán la versión de carátula “panda” con espíritu deportivo, gracias a los detalles en rojo y agujas negras.
Un reloj Master Chronometer certificado significa que ha sido sometido a pruebas extremadamente complicadas que prueban su resistencia. En la industria, son muy pocos los relojes que pueden presumir esta distinción. Omega, por supuesto, tiene varios modelos que han atravesado por el riguroso proceso que incluye parámetros como estanqueidad o desviación frente a campos magnéticos, por mencionar algunos.
Speedmaster Chronoscope es un modelo que nos recuerda las funciones relojeras como maravillas mecánicas, desde una medición de frecuencia cardíaca, hasta un alcance militar. Sin duda, un reloj que capta la nostalgia a través de un estilo vintage, para un hombre contemporáneo.
Ficha técnica
Movimiento: Omega Co-Axial Master Chronometer de carga manual con certificación METAS
Calibre: 9908
Funciones: horas, minutos, segundos, escala taquimétrica, telémetro y pulsómetro
Caja: 43 mm en acero noble cepillado y pulido o Bronze Gold
Carátula: números arábigos; varía según versión. Para el modelo en Bronze Gold cuenta con una carátula de bronce oxidado, con acabado de pátina especial, y subesferas plateadas opalinas, aro del bisel de cerámica marrón pulida, con escala taquimétrica en esmalte “vintage”
Versiones: dos modelos con carátulas plateadas y agujas azuladas; dos modelos con carátulas azules y agujas rodiadas; dos modelos con carátulas plateadas y subesferas negras -más conocidas como la famosa carátula “Panda” de Omega – con agujas ennegrecidas; por último, un modelo en Bronze Gold de Omega
Correa: se pueden elegir con brazaletes en acero (ajustable en dos posiciones) o con correa de piel azul, marrón o negro.
Sigue nuestro canal de YouTube
Continúa con:
Omega Seamaster 300 bajo la lupa, ¡descubre el Bronze Gold!