Oro, historia y modernidad: así renace Bvlgari Tubogas
La Maison celebra su herencia con una nueva colección Tubogas en oro amarillo: flexibilidad, audacia y modernidad en un homenaje eterno a la elegancia romana.
Hay metales que no envejecen, sino que renacen. En el universo de la alta joyería, el oro amarillo es uno de ellos. Su calidez y su luz han sido parte esencial del lenguaje de Bvlgari, y hoy regresan con renovado protagonismo en la nueva colección Tubogas, una oda al savoir-faire y al espíritu pionero del joyero romano.

El resplandor del pasado, reinventado
Corrían los años cincuenta cuando Bvlgari decidió desafiar las normas de la alta joyería, dominada entonces por el platino y la rigidez del Art Déco. Mientras otros apostaban por el frío brillo metálico, la Maison italiana abrazó el oro amarillo: un metal que evocaba la calidez del sol sobre Roma y los tonos dorados de sus paisajes.
Esa rebeldía estética definió el ADN de la marca, y hoy vuelve a brillar con fuerza.
La colección Tubogas renace como un puente entre pasado y futuro, combinando dos sellos distintivos: la técnica sin soldaduras que envuelve el metal en suaves espirales, y el uso magistral del oro amarillo como símbolo de modernidad eterna.


Diseños que respiran movimiento
Las nuevas piezas Bvlgari Tubogas celebran la dualidad entre fuerza y suavidad. Los brazaletes, con sus inconfundibles franjas de oro entrelazadas, parecen deslizarse sobre la piel como una segunda joya natural.
Hay cuatro versiones: una de oro amarillo de 18 quilates que captura la esencia pura de la colección; otra que combina tres tonos de oro en un juego contemporáneo de contrastes; y una más, deslumbrante, adornada con tachuelas de diamantes que destellan con cada movimiento.
La versatilidad es clave: pueden lucirse solas o combinarse con otras piezas de la Casa, adaptándose al estilo y ritmo de quien las lleva. Comodidad, elegancia y carácter en un mismo gesto.
Un lenguaje de oro y curvas
La colección se expande con collares y gargantillas que incorporan el motivo Tubogas como elemento central. Flexibles, envolventes y sensuales, se presentan en versiones de oro amarillo liso o decoradas con diamantes, reinterpretando la opulencia de los años 70.



Y como guiño a esa década de experimentación y libertad creativa, Bvlgari rescata el diseño Parentesi, inspirado en los pavimentos romanos. Este motivo geométrico cobra nueva vida engastado con diamantes, sumando una dosis de lujo arquitectónico al conjunto.
La técnica que se convirtió en ícono
Detrás del brillo hay ingeniería. El término Tubogas proviene de las tuberías flexibles utilizadas en los años veinte para transportar gas a presión. En 1948, Bvlgari transformó ese concepto industrial en arte, aplicando la técnica para crear el brazalete del legendario reloj-joya Serpenti.
Sin soldaduras visibles, las bandas de oro se entrelazan con precisión milimétrica, creando una estructura flexible y sorprendentemente cómoda. En los 70, la técnica alcanzó el estatus de culto: símbolo del modernismo italiano y de una feminidad libre, audaz y sofisticada.
Hoy, ese mismo espíritu revive con fuerza.







Entre herencia y vanguardia
Cada pieza Bvlgari Tubogas es una fusión perfecta entre herencia artesanal y visión contemporánea. En ella se perciben 140 años de saber hacer joyero, reinterpretados con la mirada vanguardista que distingue a la Maison romana.



No es solo una colección de joyas: es un recordatorio de que el oro, como las ideas verdaderamente valiosas, nunca pierde su brillo.
Bvlgari demuestra que reinventar lo clásico no es romper con el pasado, sino volver a él con más sabiduría, emoción y luz.
Te podría interesar: El nuevo capítulo de Bvlgari Divas’ Dream deslumbra con luz dorada y diamantes
¡Síguenos en Instagram!
Rita Segura
Comunicóloga especializada en medios impresos y electrónicos. Escribir me apasiona tanto como la alta relojería con su preciso y encantador tic-tac.
Más del autor
Leslie López
Cristian Miguez