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lujo, que ya había ampliado su presencia en la relojería.
La integración de Minerva permitió a Montblanc
reforzar su legitimidad en la alta relojería, conservando
el savoir-faire de Villeret y desarrollando colecciones
que rinden homenaje a esa herencia. Modelos como los
Montblanc 1858 y los Heritage Chronométrie incorporan
movimientos manufacturados en Villeret, garantizando
la continuidad de un legado artesanal de más
de 160 años.
Montblanc también cuenta con la Manufactura de
Le Locle, donde la relojería tradicional se fusiona con
la tecnología más avanzada. Desde el diseño estético
hasta la construcción, el desarrollo de prototipos y el
ensamblaje final, aquí se concentra toda la experiencia
necesaria para crear un reloj icónico.
Hoy en día, la manufactura de Villeret representa el
corazón artesanal de Montblanc, un espacio donde
tradición e innovación conviven para mantener viva la
esencia: precisión, arte y exclusividad.
Leslie López
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