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Realismo de un diseño cautivador
El cocodrilo se convirtió en un emblema para la Maison desde el famoso collar de María Félix. En esta creación se representa al reptil con volumen y gran realismo; se logró gracias al extraordinario manejo de los materiales preciosos empleados, entre los que destacan, por supuesto, los diamantes.
En este reloj joya impresiona el volumen y la tensión de las curvas, los ángulos de las escamas e, incluso, la chispa de vida que se refleja en el ojo de esmeralda. La precisión con la que se destaca el perfil del reptil se debe a la riqueza cromática de los degradados del esmalte de la caja y la carátula, que hacen lucir aún más a los zafiros y los diamantes.
Empleando estas mismas técnicas, Cartier recreó una hermosa pantera que luce engastada con granates rodolitas, ónix, granates espesartinas, diamantes amarillos, esmeraldas talla pera para los ojos y ónix para el hocico.
Este savoir-faire es una de las especialidades de los artesanos de Cartier de la Maison des Métiers d’Art de La Chaux-de-Fonds.
Un dúo poderoso y salvaje
Cierra esta serie la dupla formada por el cocodrilo y el tigre. En estos relojes joya, ambos animales abarcan el disco horario de la carátula –que luce efecto rayos de sol– con su potente mandíbula.
El complemento ideal a esta composición lo representa el brazalete flexible que abraza la muñeca con una cinta de piedras preciosas salpicada de colores en contraste.
Todas estas nuevas creaciones se suman al registro animalista de la relojería de Cartier. Figurativas o abstractas, realistas o fantásticas, reflejan la belleza de la naturaleza.
Rita Segura
WATCHES WORLD 59