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cielo nocturno. Se produce cuando partículas cargadas eléctricamente procedentes del sol –el llamado viento solar– quedan atrapadas en la ionosfera de nuestra atmósfera, chocan con átomos de gas (sobre todo oxígeno y nitrógeno) y los “excitan” con energía extra. Esa energía se libera en forma de partículas de luz o fotones. Las longitudes de onda determinan
el color de las luces: el oxígeno desprende un tono rojo o amarillo verdoso, y el nitrógeno emite
luz azul.
Este espectáculo se reproduce en la carátula del 1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration LE1990 en la oscuridad. Tiene una luminiscencia azul que ilumina los continentes y la aguja del segundo huso horario, y una luminiscencia verde que resalta las agujas de las horas y los minutos, los números e índices, y los puntos cardinales.
El paisaje de la bahía Paraíso
con la Aurora Austral tiene una apariencia tridimensional y muy realista gracias a que Montblanc emplea una técnica especial. La decoración se graba con láser en
el titanio, teniendo en cuenta el relieve del dibujo. El acabado mate y brillante también se logra con láser. Por último, los colores se crean con oxidación generada por láser, ya que es el nivel de oxidación el que determina el color final. Montblanc es pionera en el uso de esta tecnología en una superficie tan grande.
Un maratón extremo
Para poner a prueba este reloj tan especial, Montblanc tiene planeado algo igual de especial. El 13 de diciembre de 2023, la firma se unirá a Simon Messner, hijo de Reinhold, cuando participe en el Maratón de Hielo de la Antártida con un
1858 Geosphere 0 Oxygen South Pole Exploration LE1990 en la muñeca. La carrera se llevará a cabo a unos cientos de kilómetros del Polo Sur, a los pies de las montañas Ellsworth y a 700 metros de altitud, con temperaturas que rondarán
“Simon correrá este maratón para demostrar al mundo la extrema resistencia y fortaleza de este
reloj”, nos dijo Laurent Lecamp, Director General de la División de Relojes de Montblanc. “Yo iré con
él. Cada uno llevará un reloj y nos aseguraremos de que marquen la misma hora al empezar. Al cruzar la meta, demostraremos que siguen perfectamente sincronizados. Esto simbolizará que el movimiento funciona a la perfección, incluso en las condiciones más adversas del planeta. Además, que el reloj esté
en la muñeca de Simon, hijo de Reinhold Messner, representa que se puede transmitir a las generaciones futuras. Montblanc es todo acerca de hielo, nieve, desafíos, espíritus libres. Por eso nos dirigimos al Polo Sur”.
Manuel Martínez
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