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Compuesto por 37.5% de oro, con el sello de 9k, así como por paladio y plata, el Bronze Gold presenta un tono rosado que, gracias a su resistencia a la corrosión sin oxidación, conservará su pátina por más tiempo.
El bronce es un metal con historia. Por ejemplo, el bronce de Corintio, aleación de cobre mezclado con oro o plata, fue usado en estatuas, jarrones y vasijas en la Antigua Grecia. Además, este metal ha sido utilizado en las hélices de barcos
o en los icónicos cascos de buceo. Emplearlo para una pieza maestra como el Seamaster 300 de Omega, no solo es una decisión acertada por las ventajas que ofrece, como el hecho de que su composición favorece el contacto con la piel, sino que, por tratarse de un reloj de buceo, su estética remite a esa añorada tradición de exploración
y navegación; sin duda, un hecho fascinante para coleccionistas y buscadores incansables de piezas con valor. Más todavía, porque se trata del primer reloj de la Casa creado con una aleación única, presente en la caja de 41 mm de diámetro y el broche del reloj.
No es cualquier bronce. Compuesto por 37.5% de oro, con el sello
de 9k, así como por paladio y
plata, el Bronze Gold presenta
un tono rosado que, en virtud de su resistencia a la corrosión sin oxidación, conservará su pátina por más tiempo. Esto contrasta con la presencia de la aleación de bronce común en un tono marrón oscuro con pátina en la carátula. Adicionalmente, el anillo del bisel en cerámica marrón cuenta con una escala de inmersión en Super- LumiNova®, lo cual complementa el diseño coherente, elegante y auténtico de este modelo.
Así como su apariencia ha sido creada con inteligencia, audacia e innovación, su corazón, en este caso el calibre Omega Co-Axial Master Chronometer 8912, ofrece lo mejor en cuanto a precisión, rendimiento y resistencia magnética. Este movimiento, y el reloj completo, han
sido certificados por el Instituto Federal Suizo de Metrología (METAS). Por si fuera poco, cuenta con una garantía de 5 años.
Reinventando el Seamaster
La innovación no cambia la esencia de las cosas, sino que
las hace mejores. Esto aplica a la nueva colección Seamaster 300, que mantiene la esencia de los modelos originales. Estas piezas de 41 mm también están disponibles en acero clásico con carátulas en color negro o azul. Para mayor dureza, los biseles son más delgados, hechos de aluminio con un tratamiento oxálico anodizado. Ahora son más ergonómicos, como en el caso de las versiones con brazaletes de acero, los cuales también incluyen un nuevo broche; mientras que las carátulas, las cuales son notablemente más limpias, cuentan con una capa base con Super-LumiNova®, así como una segunda placa con cortes para los índices horarios y numerales; estos últimos con un estilo arábigo antiguo abierto que se hizo presente en la década de los sesenta.
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