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El cambio de tamaño no afecta
el diseño característico de los Octo Finissimo, con sus ocho lados y más de 100 facetas. Tanto la caja como
el brazalete son de acero y tienen acabados más que dignos de una pieza de este nivel: satinado, pulido y cepillado vertical. Cabe recordar que muchos de los modelos anteriores –de titanio, cerámica o hasta de oro rosa–, tenían un distintivo acabado pulido con chorro de arena.
En cuanto a la carátula, Bvlgari decidió por una opción ganadora en color azul, satinada, pulida y con efecto rayos de sol. Los contadores plateados con textura concéntrica, ofrecen un contraste perfecto con el totalizador de 30 min a las 6 h, el segundero pequeño a las 9 h y una subesfera para mostrar el segundo huso horario a las 9 horas. Un punto importante es que tanto los índices aplicados como las manecillas tienen Super-LumiNova®, otra cualidad inherente a una gran pieza sport.
Las nuevas dimensiones de
la caja tampoco modificaron el mecanismo, que es el calibre ultraplano BVL 318 automático con 55 horas de reserva de marcha del reloj original. Mide tan solo 3.30
mm de grosor y está equipado con rotor periférico de platino 950 en
vez de masa oscilante central, lo que contribuye a disminuir el espesor. Su arquitectura integrada incluye rueda de pilares y embrague horizontal para garantizar el funcionamiento correcto del cronógrafo. El cristal de zafiro del fondo permite admirar el movimiento en todo su esplendor con su decoración Côtes de Genève, y su apariencia sobria y técnica que, sin muchos aspavientos, refleja la excelencia de la manufactura.
Más allá de si en el futuro Bvlgari seguirá alimentando nuestra obsesión competitiva con más récords de delgadez, la línea S abre una nueva dimensión para el Octo Finissimo y sus admiradores, que cada vez son más.
El Octo Finissimo es el héroe de
una de las odiseas relojeras más impresionantes, no solo del siglo XXI, sino de la historia de esta industria. Desde 2014, Bvlgari ha impuesto siete récords mundiales de delgadez con este guardatiempo, una proeza que resulta aún más admirable cuando consideramos las complicaciones involucradas:
• Tourbillon manual (2014),
• Repetidor de minutos (2016),
• Calibre automático (2017),
• Tourbillon automático (2018),
• Cronógrafo GMT automático (2019),
• Tourbillon con cronógrafo
automático esqueletado (2020) • Calendario perpetuo (2021).
A un ritmo colosal de un récord por año, la firma italiana ha forjado un ícono masculino contemporáneo –así de grande es su logro– que ahora se enriquece con el Octo Finissimo S Chronograph GMT.
Gerardo Nino
WATCHES WORLD 29