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Llega 2021, año en el que Rolex ha decidido presentar la nueva generación de uno de sus iconos, un reloj que se ha ganado gran reputación gracias a su robustez y fiabilidad. Ahora viene mejorado, con innovación en materiales, diseño y mecanismo, lo que brinda a los aficionados al Explorer II un gran ejemplar para lucir en la muñeca y disfrutarlo como parte de su colección.
La caja y el brazalete se han modificado por entero y, con eso, cambian las dimensiones y, por ende, todo el reloj cobra nueva vida. Es sin duda un Explorer, no cambia la legitimidad de su manecilla de 24 horas en color naranja ni su nombre Explorer II en color naranja sobre la carátula blanca. Lo que realmente hace es evolucionar hacia nuevas dimensiones y tecnología, nuevo balance de todos sus trazos, al mismo tiempo que a simple vista se reconoce como un Explorer.
El reloj se presentó en 1971 como un ejemplar listo para la aventura y situaciones extremas, ya sea en las profundidades del mar o en las heladas temperaturas de los polos. El extremo es su hábitat, formando parte desde entonces de las expediciones más asombrosas.
Nueva tecnología
Ahora el reloj posee 42 mm de diámetro y garantiza 100 metros de resistencia a la profundidad, con caja hecha en Oystersteel, el acero creado por Rolex que no tiene tendencia a la corrosión. Además, la parte posterior está enroscada con una herramienta especial, lo que hace imposible que nadie más que los relojeros de la marca puedan abrir el reloj. Remata su fortaleza la corona Twinlock de doble hermeticidad, que hace posible la robustez extrema del Explorer II.
Incorpora un movimiento con el nuevo escape Chronergy, con gran resistencia a los campos magnéticos gracias a su construcción en níquel y fósforo, así como la espiral Parachrom y el sistema antiimpacto de Rolex, el Paraflex. Con esto, el calibre 3285 de cuerda automática con rotor Perpetual, llega a las 70 horas de reserva de marcha y otorga una gran confiabilidad en su funcionamiento y características para lo extremo.
A simple vista
El Explorer II presenta un brazalete Oyster con extensión rápida Easylink, que puede ajustar en 5 mm su longitud de manera fácil. La carátula blanca lacada salta a la vista y sus agujas, también con acabado mate, dan una gran legibilidad para la lectura, al igual que la famosa manecilla en naranja que indica el segundo huso horario a 24 horas indicadas en su bisel. Y si de extremos se trata, en luz mínima le han dotado del material de la marca Chromalight, que mantiene luminiscencia durante más tiempo e intensidad, así como a la luz del día a simple vista nos remite a tonos más elevados de blanco.
Ya le tocaba el rediseño a este reloj, y ahora el Explorer II reafirma su liderazgo como icono en la colección, y sin duda deleitará la vista de muchos a nivel mundial.
Guillermo Lira
Special Report
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