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Special Report
Longines Spirit: una colección de altos vuelos
Longines
y la aviación
El espíritu de los pioneros revive con la colección; no obstante, la firma cuenta con una relación excepcional, prueba de ello son las histo- rias que la ligan a los grandes aviadores del siglo XX.
Longines Spirit se presenta como una nueva colección, pero da la impresión de haber existido siempre, al menos así parece. Hay muy pocas marcas relojeras con legitimidad total en la creación de instrumentos para pilotos. Y si bien estábamos acostumbrados a recibir noticias y novedades dentro de la colección Heritage,
una línea dedicada específicamente a esta cooperación histórica sí que hacía falta.
Diseñada a partir de la herencia de la relojería de principios del siglo pasado y de sus históricos personajes ligados a la aviación: Amelia Earhart, Paul-Emilie Victor, Elinor Smith y Howard Hughes, quienes confiaron en Longines como herra- mienta de precisión. Spirit se erige con una mezcla de his- toria e innovación que, además, será presentada a un precio
sumamente “agresivo”, atractivo para el consumidor final. Totalmente atemporal, pero basada en el empleo de agu- jas bastón, generosos números arábigos y carátulas altamente legibles, las referencias se presentan con algunos toques con- temporáneos como la utilización de correas o brazaletes suma- mente cómodos y funcionales. Además de ser exhibidos en tallas de cajas de 40 y 42 milímetros. La corona, como típico reloj de aviación es de grandes dimensiones, pero sin exagerar, ya que la
misión de Spirit es ser confortable y atemporal.
Se presentan, todos, con espiral de silicio y certificación
COSC, basándose en calibres existentes para la línea Record (L888.4) vista hace algunos años, y en la renovación del cronó- grafo L688.4, dotándolo de esta espiral amagnética y enviándolo a certificación.
Marco Alegría
Elinor Smith
En 1931, la aviadora estadounidense se elevó 914 metros an- tes de perder la consciencia. Intentaba batir un récord cuando su avión comenzó a ir en picada. Smith despertó en el último minuto y logró aterrizar con toda seguridad. Diez días después se elevó en lo más alto y estableció un récord de 9,929 metros confiando en su reloj Longines.
Amelia Earhart
La piloto voló en solitario sobre el Atlántico y lo atravesó en 14 horas y 56 minutos en 1932, siendo la primera mujer en cruzar los continentes. Llevó un cronógrafo Longines en su muñeca.
Paul-Emile Victor
El aviador voló en 1936 sobre una capa de hielo de Groenlandia y contó con un Longines como su compañero de precisión, a fin de ayudarlo con los cálculos de longitud.
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