Page 26 - WW-000
P. 26
Special Report
Vuelve a revolucionar: Tvanguardismo de alta relojería
AG Heuer no innova porque sí. Hoy lo demuestra con el primer movimiento mecánico de la historia sin espiral, desarrollado y construido a nivel interno por dicha marca.
Durante sus 150 años en la primera línea de la vanguardia suiza,TAG Heuer ha escrito algunos de los capítulos más importantes de la historia de la relojería mecánica: desde el piñón oscilante -patentado en 1887-, hasta la revolucionaria precisión a la centésima de segundo del cronógrafo Calibre 360 en el 2005.
La pasión de la marca por la vanguardia es un elemento esencial de su ADN y de su historia, así como la fuerza que impulsa su estrategia de investigación y desarrollo. Quien lo dude, que observe sus innumerables conceptos de medi- ción del tiempo desde los primeros cronógrafos y su exactitud hasta el V4, el primer reloj con bandas y un péndulo lineal. Ahora, la marca quiere reinventar los tres principios básicos de la relojería: la generación de energía, su almace- namiento, transmisión y regulación.
Reinventar los principios
A lo largo de los siglos, esas constantes de la relojería me- cánica han estado a cargo de tres bloques comple- mentarios: un sistema de almacenamiento de
energía mediante un barrilete cilíndrico, un
sistema de transmisión con piñones y engranajes, y un sistema de regulación con volante, espiral y escape.
Con el Reloj-Concepto Monaco V4, TAG Heuer sustituyó la tradicio- nal transmisión a través de piñones y engranajes por una transmisión mecá- nica de correas.
Para conmemorar su 150 aniver- sario, presenta el Concepto Pendular TAG Heuer, el primer movimiento mecánico sin espiral en la historia.
Desde que Christian Huygens crea- ra el espiral -en 1675- inspirándose en Galileo, el órgano regulador de todos los relojes mecánicos se ha ba- sado en un sistema de torsión com- puesto de volante y espiral. El mue- lle espiral, una cinta enroscada de fina aleación de metal, proporciona el par necesario para que el volante oscile y
regule su frecuencia. Con el paso de los siglos, ha expe- rimentado significativas modificaciones y mejoras. Charles-Edouard Guillaume (1861-1938), hijo de un relojero suizo, descubrió nuevas alea- ciones (Invar y Elinvar) que reducían en gran medida la sensibilidad térmica del muelle de metal. Guillaume obtuvo el Premio Nobel de Física por su inven-
to en 1920.
Tras reducirse el reto planteado por la temperatura, gracias a las aleaciones de Guillaume, el sistema de regulación mediante el espiral pasó a dominar el diseño de los movimientos mecánicos. Sin embargo, el espiral mecánico ado- lece de tres graves limitaciones de di- seño: una masa que lo hace sensible a la gravedad y deforma su geometría, un material que lo hace sensible a la expan- sión térmica y una divergencia entre su centro geométrico y su centro de masa. Todas ellas pueden dar lugar a proble- mas isocrónicos que es posible paliar téc- nica y físicamente, pero nunca eliminar por completo.