El Tudor Black Bay Pro es quizá el modelo ideal para los entusiastas de la relojería de antaño. Un tamaño cómodo de 39 mm, un bisel fijo de acero y un calibre de manufactura con función GMT es solamente algunas de las características integradas a este reloj totalmente nuevo. Compacto, robusto y deportivo; esta pieza celebra la riqueza histórica de Tudor en un reloj hecho para exploradores profesionales.
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Una estética primordialmente funcional
A lo largo de la historia, los relojes de la marca se han usado para explorar terrenos tan extremos como el Ártico. El Tudor Black Bay Pro hace homenaje al primer reloj de la firma de Hans Wilsdorf con cuerda automática llamado Oyster Prince. Considerado un reloj-herramienta por la marca, tal como su antecesor, lo más importante de este nuevo diseño es preservar la robustez y funcionalidad por encima de cualquier cosa.
Esto comienza desde su corona que ha sido rediseñada para mejorar su agarre, incluso con el uso de guantes. Otra característica nueva son los marcadores de las horas aplicados sobre la carátula hechos en cerámica monobloque luminosa. Esto aumenta considerablemente la visibilidad en situaciones de baja luz. Finalmente, el brazalete tiene un nuevo cierre de brazalete con un sistema de ajuste rápido llamado T-fit.
No obstante, el brazalete de acero inoxidable no es la única opción para el cliente. La correa de tejido es uno de los rasgos distintivos de la marca y ahora ofrece esta correa negra con una banda amarilla tejida por artesanos. Finalmente, también estará disponible la pieza con una correa híbrida, tipo tejido, de caucho negro y cuero negro con cierre desplegable.
Aparte de exploradores, es para viajeros
Una característica sensacional de este Tudor Black Bay Pro es que ha adaptado el uso de una complicación GMT. La hora de referencia queda marcada por una aguja de tipo Snowflake, ya típica en Tudor, en color amarillo de forma angulosa que completa una vuelta cada 24 horas. Por otro lado la otra aguja, también Snowflake, es más corta y de color blanco. Ésta servirá para la indicación de la hora local y funciona de manera tradicional. La fecha está situada en una apertura a las 3 horas y va unida a la aguja local de forma que al pasar la medianoche en modo retrógrado, salta instantáneamente al día anterior. Una función inusual pero muy útil para el viajante constante.
Todo esto es posible gracias al calibre automático de Manufactura MT5652. Esta nueva arquitectura es flexible y garantiza resistencia, fiabilidad y precisión. Junto con una espiral de silicio anti magnética, este reloj está certificado oficialmente como cronómetro por el COSC. No obstante, su rendimiento supera los estándares marcados por este instituto independiente. Mientras que el COSC exige una variación diaria de entre -4 y +6 segundos, el ejemplar de Tudor se encuentra entre -2 y +4 segundos. Con una reserva de marcha de 70 horas, este reloj es un ejemplo más de la sutil combinación entre estética tradicional y relojería contemporánea que los entusiastas aman de la línea Black Bay.
Ficha técnica Tudor Black Bay Pro
- Caja: 39 mm de acero inoxidable
- Movimiento: mecánico automático
- Calibre: MT5652 de manufactura certificado por COSC
- Frecuencia: 4 Hz ó 28,800 alternancias por hora
- Reserva de marcha: 70 horas
- Funciones: horas, minutos, segundos, GMT
- Carátula: negra con cristal abombado y agujas de tipo Snowflake
- Correa: brazalete de acero con remaches de acabado pulido y satinado, correa híbrida de caucho y cuerpo con cierre desplegable de acero o correa de tejido negra con banda amarilla y cierre de hebilla
- Hermeticidad: 200 metros
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