Masse Mystérieuse es el nombre del nuevo milagro de Cartier. Se trata de un reloj misterioso con una masa oscilante esqueleto y un mecanismo móvil semicircular. Los relojes misteriosos crean la ilusión perfecta de que las agujas flotan en el cristal independientes del mecanismo. Si a esto le agregamos la transparencia en el cuerpo del reloj, nos encontramos ante un espectáculo incomparable como el del Masse Mystérieuse. ¿Y qué otra marca podía sublimar esta complicación al nivel de una obra de arte más que Cartier?
El misterio según Cartier
La historia de los relojes misteriosos en Cartier comenzó en 1912, resultado de la colaboración entre Louis Cartier y el joven relojero Maurice Couët. Estas piezas fueron idóneas para reflejar la visión estética de Cartier e hicieron famosa a la Maison parisina a principios del siglo XX. Cartier y Coüet crearon varias versiones inspiradas en elementos de la cultura oriental, como los pórticos japoneses, que están entre los objetos decorativos más preciados concebidos por la marca. En 1925, La Gazette du Bon Ton los definió como “milagros de la relojería”.
Couët se inspiró en los relojes del ilusionista Jean-Eugène Robert-Houdin, considerado el padre de la magia moderna (el mago y escapista Harry Houdini adoptó ese seudónimo en honor a él). El principio que Couët abrazó se basa en una idea genial. Las agujas no están conectadas al mecanismo, sino que se fijan en dos discos de cristal con borde de metal dentado. Estos discos, impulsados por el movimiento que generalmente está alojado en la base de los relojes, son los encargados de arrastrar las agujas. Uno gira a la velocidad de los minutos y el otro a la velocidad de las horas.
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El hechizo del Masse Mystérieuse
Los relojes misteriosos de pulsera son parte esencial del catálogo de Cartier en la actualidad. En el nuevo Masse Mystérieuse, el hechizo que se manifiesta en su enigmática estética esconde un arduo trabajo de perfeccionamiento técnico. Finalmente, tras ocho años de desarrollo, cinco construcciones diferentes y dos versiones de prototipos, surgió el calibre 9801 MC de carga automática, con un registro de patente y 42 horas de reserva de marcha.
En este caso, tanto las manecillas como el mecanismo parecen flotar ingrávidos. El rotor esqueleto integra todos los componentes que reciben la energía del movimiento, la transmisión y la regulación. Además, garantiza que el volante conserve su posición vertical, gracias a que gira en ambas direcciones a una velocidad irregular. En el centro tiene un sistema diferencial ultrasofisticado, tomado del sector automovilístico, que evita el arrastre de la visualización de la hora por parte de la masa. Según la marca, es la pieza más compleja jamás desarrollada por los relojeros de la Manufactura Cartier desde el punto de vista técnico.
Con caja de 43.5 mm de diámetro en platino 950/1000 y correas de piel de aligátor semimate color gris oscuro y negro, esta edición limitada y numerada a 30 ejemplares cuenta con dos versiones adicionales: una con caja de platino engastada con diamantes talla baguette y otra con caja y brazalete de platino, ambas engastadas con diamantes talla baguette. En la corona hay un exquisito cabujón de rubí, en sintonía con las piedras del calibre 9801 MC. Sin duda, el misterio le sienta bien a Cartier.
Ficha técnica Cartier Masse Mystérieuse
- Caja: 43.5 mm, platino
- Movimiento: mecánico automático
- Calibre: 9801 MC de manufactura
- Reserva de marcha: 42 horas
- Funciones: horas, minutos
- Correa: piel de aligátor semimate color gris oscuro y negro
- Edición limitada a 30 piezas.
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