El mundo del deporte motor y la relojería están unidos gracias al tiempo, y el tiempo como magnitud física nos dice que es momento de darle vuelta a la página y atender a la segunda participación de Montblanc como Socio Oficial del Goodwood Festival of Speed, el cual se lleva a cabo mientras usted lee estas líneas.
¿Qué es Goodwood y por qué Montblanc se asocia con dicho festival?
Es un evento tan selecto como emocionante e histórico, se realiza de manera anual en los terrenos de Goodwood House, West Sussex Inglaterra en los meses de junio o julio, siempre evitando empatar en fechas con el calendario de la Fórmula 1. Y coincidiendo antes o después de la realización de Gran Premio de Inglaterra, llevado a cabo en la pista de Silverstone.
Históricamente hablamos de atracciones que comprenden un fin de semana, dentro del cual forman parte alrededor de 100 – 150 mil personas, con récords de hasta 158 mil 000 personas. el festival comprende una emblemática prueba de ascenso a contrarreloj, cuya distancia es de 1.86 kilómetros, pero además se involucran etapas de rally, drifting, atracciones especiales, series de superdeportivos y automóviles históricos, entre otros.
Fundado en 1993 se inaugura por Lord March, un aristócrata británico heredero del duque de Richmond, motivado por retornar a Goodwood state la historia legítima de competencias de velocidad británica. Se tienen contempladas estas diferentes pruebas: Hill Climb, Soapbox Challenge, Forest Rally Stage, The Sculpture, Supercar Run, The moving Motor Show.
En este año contamos con atractivos excepcionales, y es que Volkswagen buscará romper el récord histórico que le pertenece a un McLaren de F1 desde 1999. Además, la presentación de modelos como el McLaren 600LT, Toyota Supra y BMW Z4, se verán custodiados por la participación de Rolls-Royce como vehículo oficial y la de un par de participantes totalmente autónomos. Es decir, vehículo de competencia sin piloto a bordo.
Montblanc y su legitimidad en la cronometría automotriz
Este año la legitimidad de una de sus dos manufacturas: Villeret-Minerva, permitió a Montblanc recuperar esa pasión por medir la velocidad. Y siendo el tema central del año la competencia automotriz a partir de los cronógrafos de principios de siglo XX desarrollados por Minerva, la firma renovó su colección TimeWalker y la enfocó en revivir la esencia de la cronometría automotriz con sus instrumentos de precisión.
Relojes para la cronometría
El cronógrafo ha sido una de las complicaciones más populares desde sus inicios, y se ha convertido en algo más que un dispositivo mecánico de cronometraje: en un instrumento que hace cumplir el código de juego limpio y deportividad, erigiéndose en testigo y juez de casi todos los tipos de competiciones deportivas. De todos los deportes de motor, las carreras de automóviles son las que siempre han tenido un vínculo más estrecho con el cronógrafo. Las historias de la conducción de competición y el cronometraje de rendimiento son tan inseparables, que una no podría existir sin la otra. Con la capacidad de capturar y registrar el tiempo para la eternidad, el cronógrafo ha sido testigo de algunos de los momentos más importantes del deporte automovilístico.
A medida que el automovilismo evolucionó durante los siglos XX y XXI, el cronógrafo se convirtió en un símbolo de competición justa y en el recordatorio fundamental de que la victoria solo puede ser declarada por resultados de tiempos reales y precisos.
Fundada en 1858 en Villeret, en el Valle de Saint-Imier, Minerva ha sido una destacada especialista en la fabricación de relojes profesionales. Desde 1908, ha llevado a cabo con éxito nuevos desafíos tecnológicos, como la producción de relojes equipados con funciones de cronógrafo y cronómetros altamente precisos que miden intervalos cortos de tiempo. La Manufactura desarrolló desde 1911 cronómetros que podían medir un quinto de segundo, aumentando rápidamente a una décima de segundo. Con este espíritu innovador, en 1916, la Manufactura Minerva fue una de las primeras en producir un movimiento de alta frecuencia que pudiera medir una centésima de segundo, desarrollo que se perfeccionó técnicamente en 1936, poniendo a Minerva en el mapa como especialista en relojes profesionales y cronómetros.
Este año, y desde hace algunos más, Montblanc afianzó su historia y conexión automotriz a partir de esos eventos del siglo pasado, con lo cual también tomó inspiración para desarrollar una línea de producto de interés y buenas prestaciones, ofreciendo este 2018 un modelo TimeWalker con un nuevo calibre, y continuará generando dicha división de producto hacia adelante.
Conoce la colección TimeWalker, aquí. Y la pieza oficial de Edición Limitada enfocada a Goodwood 2018, aquí.