Este 2024, Lucea cumple una década. En este reloj Bulgari ha logrado capturar lo mejor de ambos mundos, fusionando sustancia con estilo, logrando un exquisito nexo entre la alta relojería y alta joyería.
Lucea es exquisitamente femenino
Bulgari ha logrado dominar la luz en el Lucea, sus líneas están inspiradas en la joyería. Pero más allá de su esfera engastada con diamantes, Bulgari presenta nuevas facetas de la personalidad de Lucea a través del arte del Intarsio de nácar y la incrustación de malaquita.
Lucea mezcla armoniosamente el diseño italiano y la precisión suiza, es una pieza que rinde homenaje a la grandeza de la Ciudad Eterna. Jean-Christophe Babin, Director de Bulgari, lo define así: “Nuestras raíces se encuentran en Roma y en el arte de la joyería”.
Lo nuevo en el Lucea
Para este 10º aniversario Bulgari ha refinado meticulosamente la caja de Lucea y ha reimaginado el diseño de su brazalete, adoptando curvas simétricas. Fabrizio Buonamassa Stigliani, Director Ejecutivo de Creación de Producto, explicó que: “Está impregnado de una ligereza que recuerda a las joyas clásicas de Bulgari, una sensualidad similar a la que destila nuestra icónica colección Serpenti y una flexibilidad que evoca los eslabones fluidos de Octo Finissimo”.
Los eslabones en V del brazalete se han suavizado y redondeado, realzando su geometría al tiempo que conservan su carácter distintivo. Alternando con elementos centrales pulidos en oro rosa o acero, el brazalete envuelve la muñeca con delicadeza, culminando en un elegante cierre desplegable.
Dos versiones fascinantes
El Lucea del 2024 está elaborado en oro rosa, profusamente engastado con diamantes, o en acero. El bisel pulido y elegantemente estilizado enmarca una cautivadora esfera, ya sea en Intarsia de nácar o en marquetería de malaquita.
La emblemática técnica Intarsia exalta la luz, mostrando la iridiscencia orgánica del nácar, un precioso tesoro de los mares, y aporta un toque refrescante al acabado de rayos de sol de las esferas de los relojes. En esta pieza los artesanos ensamblan “rayos” de nácar finamente cortado –una tarea que por supuesto exige la máxima precisión dada la fragilidad del material– para crear un motivo de rayos de sol con pliegues tridimensionales. En nácar blanco o verde, según la versión, este resplandor nacido de la propia naturaleza realza el encanto radiante de Lucea.
Una versión en malaquita
Otra de las técnicas que Bulgari domina es la marquetería. En este caso emplea la malaquita verde en la esfera capturando la fascinación de los años sesenta por las piedras de colores. Este cuadro distintivo se compone de pequeñas piezas del mineral que podrían haberse pasado por alto pero que, aquí, se transforman en algo bello a través del arte del upcycling.
Los hábiles artesanos de la Manufactura Bulgari en Suiza seleccionan cuidadosamente cada fragmento por la vivacidad de su tonalidad y la expresividad de su grano. Meticulosamente tallada y ensamblada a mano, cada pieza contribuye a esta creación especial, haciendo de cada Lucea una obra maestra única.
La creación se ve coronada por 12 diamantes talla brillante, engastados en garras cuadradas de inspiración arquitectónica, que brillan como marcadores horarios. Su forma angular contrasta con la redondez de las gemas. Otro diamante adorna la corona en forma de V, rematada a su vez con un zafiro sintético talla cabujón, que refleja el diseño de la esfera.
Una iteración sutilmente opulenta del Lucea deslumbra con un bisel engastado con diamantes para un total de 56 gemas y 1.3 quilates en la caja y la esfera.
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Los últimos modelos Lucea muestran el paso del tiempo con una selección de dos diámetros de caja. La versión de 33 mm, con un grosor de 9.16 mm, está impulsada por un calibre mecánico automático con una reserva de marcha de 42 horas. Existe otra versión de 28 mm que está equipada con un movimiento de cuarzo, lo que permite un grosor de 7.72 mm.
En las demás versiones, el brillo del bisel, ya sea de acero o de oro rosa, se combina armoniosamente con un brazalete metálico.