Bovet 1822 no podría tener una mejor vicepresidenta que Audrey Raffy. La hija de Pascal Raffy, el empresario que compró la firma en 2001, se ha vuelto un personaje clave desde que se integró a la empresa en 2020. Abogada de formación, está consciente de su responsabilidad al ocupar una posición tan importante en una industria en la que la alta dirección es primordialmente masculina.
“Creo que no se presta suficiente atención a las mujeres coleccionistas. Quizá sea porque no hay mucha diversidad entre los encargados de las marcas, pero espero que poco a poco más mujeres se sientan conectadas e interesadas por la relojería”, dijo en entrevista con Watches World.
Amor por México
Watches World: ¿Qué le llama la atención del público relojero mexicano?
Audrey Raffy: Muchas cosas. Y no sólo del público relojero mexicano, sino de los mexicanos en general. Tienen la mejor comida y energía. Cada vez que vengo al país, es un gusto estar con la gente y oír lo que te dicen, ya sea los coleccionistas, los periodistas o las personas que solo vienen a mirar los relojes y aprender. También me gusta que los mexicanos tienen mucho estilo, por eso me encanta escuchar sus opiniones.
Watches World: ¿Encuentra cosas en las que se identifiquen Bovet y México?
Audrey Raffy: Sí. En Bovet estamos muy orgullosos de nuestros valores y nuestra identidad. También nos enorgullece el hecho de que intentamos combinar la artesanía tradicional con un estilo un poco más moderno y actual. Creo que estas cosas también pueden verse en México. Ustedes tienen una gran cultura e historia, pero, al mismo tiempo, la gente tiene un estilo muy refinado y elegante, siempre con un toque fashion que me fascina.
Watches World: ¿Le llamó la atención Bovet desde que era pequeña?
Audrey Raffy: Sí que me llamó la atención, pero lo que pasa es que yo estudié Derecho. Me gradué en 2020 y, en vez de practicar como abogada, le dije a mi papá: “Si necesitas ayuda, déjame intentarlo, y si puedo añadir valor a la marca, me quedo y vemos qué resulta”. Todo ha pasado orgánicamente, las cosas se han hecho un poco solas.
“Nos enorgullece el hecho de que intentamos combinar la artesanía tradicional con un estilo más moderno y actual”
Audrey Raffy, vicepresidenta de Bovet 1822
El lado humano de Bovet 1822
Watches World: Usted le ha dado a la marca un toque femenino y fashion con su presencia en las redes sociales.
Audrey Raffy: Cuando empecé, se me hizo importante empezar a publicar más y más en mi Instagram. Aunque no estudié comunicación digital, para mí era esencial que la gente viera el lado humano de Bovet y que somos una marca familiar. Quería mostrar lo que hacemos, cómo se usan los relojes. No son fotos profesionales, sino un poquito más lifestyle.
Watches World: ¿Qué tanto han contribuido esas publicaciones a atraer a una clientela más joven?
Audrey Raffy: Bueno, no voy a tomar todo el mérito. Desde hace un par de años, hemos empezado a modernizar nuestras colecciones con el uso de colores más llamativos. Creo que esto también ha contribuido a que ahora nuestros coleccionistas sean más jóvenes, especialmente en México. También lo veo en Medio Oriente con líneas como 19Thirty, que tiene un precio un poco más asequible. Además, es muy cómodo para usarlo a diario, tiene más colores y es más moderno. Hay un modelo con caja de titanio arenado y carátula de meteorito que queda muy deportivo y joven. Las correas también las hacemos de diferentes materiales, como cuero vegano y Nobuck.
El corazón de la marca
Watches World: Háblenos sobre la experiencia de visitar la manufactura de Bovet 1822.
Audrey Raffy: Nuestra manufactura es el corazón de la marca, y nuestro mayor orgullo es invitar a la gente a visitarla. Aunque expliquemos que casi todo lo hacemos in house, es difícil imaginar el nivel de cuidado y de detalle, la cantidad de artesanos y de diferentes oficios que dominamos, porque cada artesano tiene una especialidad. Entonces, cuando creas un reloj con 700 componentes, éste pasa de una persona a otra y a otra, y todo se hace a mano. Hay que recordar que en Bovet solo hacemos unos mil relojes al año. Siempre que tenemos visitantes, su reacción es de mucha sorpresa, porque no se esperan un nivel como el que ven en nuestra manufactura.