Si alguien lo tuviera que planear sería Laurent Lecamp, incansable visionario en la creación relojera. Cuando pensamos que Minerva era de ciertos movimientos, hoy le ha dado el siguiente nivel, quizás de muchos que vengan para alimentar el acervo mecánico de Montblanc que lo puede hacer todo.
Entro a su oficina y en sus manos estaba el reloj que lleva el nuevo movimiento de Minerva, un hecho que muchos no esperaban o si quiera habían imaginado se hiciera en la relojería de la Casa, ya que, con la riqueza histórica, sus movimientos de alta especificación y gran estética, parecía que la casa podría vivir con lo que podía producir y seguir mejorando las habilidades manuales para lograrlo.

Pero viendo el reloj y comprendiéndolo es un paso con el que Laurent Lecamp, sin duda, da una gran velocidad y valor relojero. Demuestra que en Minerva hay capacidad de desarrollo y de logro. Años diseñándolo llevaron a crear un siguiente capítulo con esta pieza, con una complicación especial, pero con los códigos de lo que debería ser un reloj de Montblanc. ¿Cómo lo creó, ordenó y autorizó para presentarlo…? Para ello hablamos con Laurent Lecamp, Director de Relojería de Montbanc sobre uno de sus relojes que quizás nunca vea vitrinas y se venda en clientes tan exclusivos que podría entregar los pocos que pueda producir en persona.
El surgimiento de un nuevo movimiento Minerva
Guillermo Lira (GL): Cuéntenos cómo surgió la idea de desarrollar otro movimiento de Minerva. Desde que Montblanc adquirió Minerva, nadie había preguntado cuándo se lanzaría un nuevo movimiento.
Laurent Lecamp (LL): Nadie lo pregunta porque asumen que Minerva seguirá ofreciendo el cronógrafo, el tourbillon y otras complicaciones. Sin embargo, para mí, lo que realmente me pareció interesante fue lo siguiente: le dije al equipo que, hasta ahora, solo habíamos desarrollado complicaciones con el cronógrafo y el tourbillon, pero ha llegado el momento de mirar hacia el futuro. ¿Qué queremos crear a continuación?

Les propuse incorporar un indicador de fecha en gran tamaño, ya que es un elemento que siempre utilizamos. Queremos ver algo prominente en la carátula, como el número 12, porque es un aspecto importante.
Mencioné que no era necesario un calendario perpetuo, ya que su ajuste es demasiado complicado. En contraste, el calendario anual es más sencillo, pues solo requiere una corrección al año. Decidimos incorporar el calendario anual, una fecha de gran tamaño y una función GMT. Todo tenía que desarrollarse internamente, sin recurrir a ayuda externa. Debíamos ser los únicos en producir esta complicación, todo en el mismo punto geográfico. Eso es Minerva. Así que ahora contamos con el cronógrafo, que representa más de la mitad de nuestro negocio, además de otras complicaciones como el tourbillon y otros desarrollos. Y en este momento, estamos lanzando una nueva línea de complicaciones, marcando así el inicio de una nueva etapa.


Guillermo Lira: ¿Podremos ver más movimientos?
Laurent Lecamp: En los próximos años, habrá muchas sorpresas. Queremos ser diferentes, pero al mismo tiempo, para crear algo nuevo, es fundamental basarnos en nuestras raíces. ¿Cuáles son nuestras raíces? En 1927, inventamos la flecha roja, y por eso, este reloj la lleva en la parte superior como homenaje a nuestra historia. Posteriormente, en la década de 1950, desarrollamos un globo abovedado con índices tridimensionales que, a pesar de su relieve, parecen planos, evocando el estilo de esa época. El movimiento, compuesto por 336 componentes, se inspira en el diseño que creamos para nuestro primer reloj de bolsillo.
Por ello, buscamos replicar la misma arquitectura en este nuevo diseño. Es un enfoque ingenioso, porque estamos construyendo un movimiento donde les pedimos a los ingenieros que conserven la forma del primer reloj de bolsillo de 1903. Esto representó un reto para ellos. En términos de ingeniería, la complejidad es notable. Si observamos los calendarios anuales en el mercado, la mayoría son automáticos. Es poco común encontrar un movimiento de cuerda manual como este, lo que explica su alto número de componentes: 336 en total. Todo el mecanismo opera manualmente, con una reserva de marcha de 65 horas. Al ajustar la fecha, el proceso es tan suave y fácil, que no compromete la integridad del mecanismo.
Para hacerlo hay que poner el rango entre las nueve de la noche y las tres de la madrugada. Durante ese periodo, no es posible cambiar la fecha. Sin ello, el reloj no responde correctamente. Esto protege el mecanismo y lo hace muy fácil de usar. No hay riesgo de dañarlo en absoluto. Todo es muy seguro porque lo desarrollamos internamente.
GL: ¿Cuánto tiempo tardó en desarrollarlo?
LL: Comencé con la idea hace tres años, y realmente empezamos a trabajar en ella hace dos años. Esta es la primera complicación desarrollada por Minerva, aparte, por supuesto, del tourbillon y el cronógrafo.
GL: También debe ser el primer reloj de Minerva con micropintura, ¿es correcto?
LL: Sí, tiene razón.
GL: También fue una excelente idea incluir la línea del meridiano de Greenwich.
LL: El acabado es realmente impecable. Se basa en lo que hemos hecho en el pasado, como el esmalte, el bisel, los efectos de rayos de sol y el granulado en el centro. Contamos con un solo relojero encargado de cada reloj, quien está a cargo específicamente de un calibre, como el que tenemos aquí. Esto nos permite saber exactamente quién está desarrollando cada reloj.

Guillermo Lira: ¿Qué tan difícil es hoy en día encontrar este tipo de ingenieros y relojeros?
Laurent Lecamp: Cuando los encontramos, nos aseguramos de retenerlos. A veces alguno puede decidir marcharse, pero en ese caso contratamos a otra persona para que lo reemplace y la entrenamos durante cinco años. Por eso es fundamental mantenerlos.
GL: Debe ser muy difícil encontrar a estas personas y mantenerlas en el equipo.
LL: Es un reto. Aquí podemos ver el rattrapante del cronógrafo. Usted sabe cómo funciona: tenemos las dos manecillas de segundos, una principal que sigue corriendo y la otra que se detiene para registrar el tiempo transcurrido. Viene con la carátula que desarrollamos en los años treinta. Este color es muy codiciado por los coleccionistas.

GL: ¿Se va a producir este año en este color?
LL: Lo lanzamos este año, solo 400 piezas, para los próximos tres años. Tal vez aumentemos el número de piezas si hay demanda. Al parecer, ya tenemos más solicitudes.
GL: Minerva tiene la misma capacidad.
LL: Hemos aumentado la capacidad de producción.
GL: ¿En el mismo edificio?

LL: Así es. Aumentamos la capacidad en el mismo edificio. Tenemos la posibilidad de trabajar con más personas en operaciones específicas.
GL: Seguramente, muchos de estos relojes irán a México.
LL: Me gustaría que México se convirtiera en mi mercado clave. En primer lugar, la gente es muy amable. Un cliente que vino de la Ciudad de México a la planta. Compró este reloj azul –lo toma de su escritorio y nos lo enseña– y ahora está pidiendo otra pieza lo antes posible. Así que vemos que México tiene un potencial muy grande para Minerva.
Finalmente, también tenemos este último reloj de este año, en oro amarillo, edición limitada, con cinco aperturas para ver el mecanismo en su interior. Tenemos solo 100 piezas, y es muy ligero. Su precio es algo significativo. En color burdeos, vemos que tiene una inspiración de los años 30, cuando no era tan caro. Ahora, en este color, creemos que tendrá mucho éxito. Durante las primeras reuniones, la respuesta de las personas fue excelente. Además, cuando lo ves al aire libre, el color es aún más hermoso.

GL: ¿Cómo funciona la distribución de Minerva? ¿Es exclusivamente a través de las boutiques?
Laurent Lecamp: Vendo muchos relojes directamente a los clientes, uno a uno. Me reúno con muchos de ellos. En el futuro, lo que creo que debería ser y lo que me gustaría organizar, es entre 15 y 20 eventos al año en diferentes partes del mundo, con los mejores coleccionistas, para poder vender los relojes. Organicé un evento de este tipo en México hace dos años y funcionó extremadamente bien. Sin duda. Sabemos exactamente dónde se encuentran los clientes. Están en México, en Estados Unidos, en Corea del Sur, en Francia, en Suiza, y en el norte de Europa.
Además, estamos relanzando el cronógrafo este año. El primer año fue algo difícil, ¿lo recuerda? Es un cronógrafo, pero sin pulsadores. Es la versión deportiva, pero sin pulsadores.

Así en Minerva se viven nuevos aires, se renueva la fabricación de nuevos movimientos, nueva sangre relojera entra, se amplían las operaciones dentro de su misma cede y aunque sigue siendo la exclusividad mayor por capacidad de producción y precio, hoy con este tipo de piezas, la renovación de su patente de cronómetro sin pulsador accionado desde la corona y atesorando sus valores y códigos como los biseles o los terminados en flecha, podemos estar seguros que finalmente la dinámica de la gran relojería de Montblanc y de Minerva están viento en popa en uno de sus mejores momentos. Domina terminados, inventiva con el 0-Oygen, vive en la montaña, en el glaciar y en las profundidades, así como el Nicolas Reiussec esta más vivo con una nueva versión que se antoja más de ellas, sin dejar que la gama Star Legacy, también renueva en Watches and Wonders sus relojes.
Te podría interesar: Desde las cimas hasta las profundidades: novedades de Montblanc