Así nació Cubitus… por Thierry Stern * Watches World : Watches World

Este 2024 pasará a la historia dentro de Patek Philippe como el año de la colección Cubitus, si tomamos en cuenta que entre el siglo pasado y este se han presentado tan solo siete colecciones de la Casa y hace 25 años que no existía una nueva luego del Twenty~4 en 1999. Sin duda, esta nueva colección, la primera cuadrada de la marca, es una declaración de un legado constante de innovación, creatividad, calidad y gran mecánica.

Y así es, propone, se arriesga, entrega alta especificación con seis patentes y una combinación de complicaciones sin precedentes. Una caja cuadrada de esquinas redondeadas, de doble pieza, con un gran fechador de doble ventanilla e indicaciones de fecha, día y fase de luna de saltos instantáneos, con un segundero pequeño, hacen de esta pieza el nuevo capítulo de la casa y crean el nuevo ícono cuadrado de la relojería. Complementan versiones de oro y acero y otra de acero, dándonos la entrada a lo que seguramente será una colección de más y más referencias en próximos años.

Para entenderlo mejor nos lo pudo explicar Thierry Stern, Presidente de la casa y visionario de las piezas, creaciones, el nuevo edificio industrial PP6 y esta nueva colección. Hoy el legado de su padre está totalmente vivo y él lo lleva a nuevos horizontes. Para entender la importancia completa de este hecho, pudimos platicar con él en sus oficinas para Alemania en Múnich.

Nos ha dado una explicación muy completa de este momento para él, su familia, la Manufactura y Cubitus. Así lo escuchamos.

La idea de un reloj cuadrado…

Para ser sincero, la idea de crear un reloj cuadrado ha estado en mi mente desde hace mucho tiempo. Siempre quise crear uno, porque desde joven veía colecciones de relojes y la mayoría eran redondos o en forma tonneau, no solo en Patek Philippe, sino en todo el mundo. Siempre pensé que sería un reto interesante tener un reloj cuadrado en la colección.

En ese momento, tal vez éramos demasiado convencionales. La idea que tenía en mente no era hacer un reloj cuadrado clásico y tradicional. Eso lo tenía muy claro. Siempre quise crear un reloj cuadrado con un estilo más deportivo. Esta idea surgió quizás hace más de 10-15 años, pero nunca tuve la oportunidad de llevarla a cabo. En realidad, comencé a trabajar en ella hace más de cuatro años. Fue entonces cuando pensé: ahora es el momento de hacerlo. En cualquier proyecto, mi objetivo siempre es sorprender a las personas.

Encontrando la forma

Así es como veo mi trabajo: cuanto me pongo el sombrero de creador, me resulta interesante pensar que estoy creando una sorpresa. Me molesta cuando la gente dice que voy a lanzar esto o aquello. La verdad es que hace cuatro años comenzamos con el diseño, y no fue fácil, para ser sincero.

Desde el principio, sabía que podíamos hacer una versión clásica muy bien, pero nada de lo que veía me emocionaba. Era algo que ya podíamos encontrar con muchas otras marcas: relojes bonitos, pero no quería hacer un Calatrava cuadrado. Quería crear algo con un estilo deportivo.

Por eso quise enfocarme directamente en una línea deportiva. Hicimos algunos prototipos, pero siempre resultaban demasiado voluminosos o clásicos. Conseguimos algo más de forma tonneau, pero era cuadrado. Sin embargo, dije que no me pondría algo así, si buscaba un estilo más deportivo o algo que también pudiera ver a mis hijos usando.

Abordando el diseño

Así que volví a empezar con el diseño y automáticamente tuve que acercarme desde nuestra línea deportiva, como el Aquanaut y el Nautilus. Eran relojes geniales, juveniles y bastante delgados, algo que era importante para mí. Estaba claro que debía tomar lo mejor de lo que sabemos hacer, aprovechando al máximo las complejidades que podíamos aportar a un reloj en términos de acabados y forma. Así fue cómo realmente abordé este diseño. Hay un alto grado de calidad y desafíos en el Nautilus, pero eso es lo que realmente lo hace destacar. Eso era lo que quería para mi reloj: que fuera tanto elegante como deportivo.

Entonces, cuando terminé el diseño, lo observé, y me di cuenta de que era delgado y agradable. Tenía una caja de dos partes que funcionaba muy bien. Entonces pensé: si hay alguien que deber hacerlo antes de que otros traten de copiarnos, soy yo.

Patek Philippe, en búsqueda del movimiento perfecto

Quiero decir, es la elegancia de Patek. Además, sabemos cómo lograr este tipo de acabados. Así que trabajé en el diseño, pero necesitaba un nuevo movimiento. Para mí, era imprescindible. Afortunadamente, este movimiento comenzó a desarrollarse hace seis años, y ya estaba en marcha cuando decidí crear un diseño cuadrado.

Era el movimiento perfecto para el nuevo reloj. Justo como lo había imaginado y todo se alineó a la perfección. Se veía increíble: el centro tenía la gran ventana para la fecha, y la forma en que fue diseñado hacía que todo tenía sentido.

Decidí reservar este nuevo movimiento exclusivamente para esta nueva familia de relojes. Así fue como empezamos, y así lo terminamos. El resultado es asombroso.

El equipo de investigación y desarrollo ya estaba trabajando en la fecha más grande, porque realmente quería incorporar este elemento. Cuando empecé a diseñar el Cubitus, decidí revisar el movimiento que teníamos en desarrollo, ya que contamos con varios.

Disfrutando la obra

Lo que realmente disfruto de este reloj es que, cuando lo miras, es un reloj de 45 mm y no es especialmente delgado, por lo que da la impresión de ser demasiado grande. Pero, una vez que lo pones, notas la diferencia. Esto refleja también el know-how que tenemos para adaptar una forma específica a la muñeca. Aunque parezca grande, no se verá grande cuando lo lleves puesto.

Por supuesto, quería incorporar un material diferente en este reloj. Era importante para mí destacar que debía ser una nueva colección. También para un cliente nuevo, ya que no a todo el mundo le gustan los relojes redondos. Me faltaba un reloj cuadrado de la colección, por eso quise llenar este vacío. Además, era importante atraer a un cliente nuevo que disfrutara el reloj.

Sin embargo, la realidad es que el minorista probablemente lo ofrecerá primero a los clientes que ya conocen. Aun así, el objetivo es presentarlo a un nuevo cliente también. Pero, siendo realista, creo que el primer año será un desafío.

La estrategia de las referencias iniciales

Además, quería ofrecer precios diferentes. Pasamos de la versión en platino a la versión en acero con un movimiento alternativo, lo cual considero una buena elección. Es una nueva familia, lo que significa que esta nueva familia también debe tener un hermano, una hermana, un primo, pero no todo al mismo tiempo. Entonces, ¿voy a lanzar un nuevo Cubitus? Por supuesto que lo haré, pero no en este momento. Por lo pronto, considero que el segmento está completo, si me permiten decirlo. Tengo mucha curiosidad por ver los resultados de este año.

Tengo mucha confianza en esta pieza, porque incorpora todo el ADN de Patek Philippe. Presenta una nueva forma, elegancia, un color de carátula distintivo, una pulsera que puedes dimensionar. El oro rosa, el amarillo y el acero cuentan con el nuevo sistema de eslabones ajustables. Por ejemplo, creo que en México no es solo un truco de marketing, ya que, debido al clima y a los cambios de temperatura, poder ajustar el tamaño en la muñeca será de gran ayuda.

Recibí unas preguntas sobre el color, preguntando por qué seleccionamos los colores de siempre. Decidí no buscar otro color que podría no funcionar, y este recibió una muy buena aceptación en su momento. Considero que también es importante aprovechar lo mejor de tu conocimiento y lo que ha funcionado, para poder adoptarlo a algo nuevo.

Confirmando un Patek Philippe cuadrado…

Porque lo mismo aplica a un reloj redondo: ¿por qué reinventar un reloj redondo? Si tuvieras que crear una nueva forma cada vez que diseñaras uno, estaría en problemas. Sabemos que el 85% de los relojes son redondos. Así que no se trata de buscar crear algo totalmente nuevo. Necesito diseñar un reloj que el cliente esté dispuesto a usar, porque se ajusta a su muñeca y también complementa el color de su ropa o su pasión por ciertos colores.

Somos Patek Philippe, así que debo usar el ADN de la marca para lograrlo. Posteriormente, tal vez podríamos ser un poco más audaces. Si miramos el Aquanaut, hoy en día tenemos el Aquanaut Luce, que se presenta en diferentes colores de piedra, además del modelo arcoíris. Al principio, el Aquanaut solo tenía una carátula negra, y eso era todo. Luego añadimos otro color, pero fue un proceso gradual. Diría que nos tomamos nuestro tiempo y estamos dispuestos a hacerlo con cuidado.

Su visión entera a 2039

Por ejemplo, hoy estoy trabajando hasta el año 2039. Hasta ese año, ya tengo claro qué tipo de movimiento voy a lanzar cada año. Luego vi uno de los movimientos que parecía prometedor. Lo probé con el diseño, encajó perfectamente, y lo reservé para el proyecto.

Esta es una evolución normal para Patek. No hacemos muchos lanzamientos, y no es fácil introducir una nueva colección. De hecho, el último lanzamiento fue hace 25 años.

Entonces, de alguna manera, siempre ha habido grandes brechas entre el Calatrava y el Ellipse. Creo que lo que no debería cambiar en Patek es el valor y la valentía de lanzar, de vez en cuando, una nueva colección, pero no deberíamos hacerlo todos los años. Han visto todos los nuevos diseños que hemos estado creando cada año. No estoy dispuesto a hacer una nueva colección cada año solo porque quiero cambiar la carátula o el tamaño del reloj.

Quiero decir, podría hacerlo, pero sería puro marketing, para ser sincero. En Patek, estamos dispuestos a hacerlo solo cuando tenemos una forma específica. Considero que un lanzamiento cada 20 a 25 años es lo correcto. En este tiempo, podríamos crear entre 15 y 20 modelos nuevos.

Incluyendo a un nuevo cliente

Esta nueva colección no cambia nada, excepto por un aspecto, que ya exploramos un poco con el Twenty~4. Se trata de la edad de los clientes a los que nos dirigimos, buscando atraer a una clientela más joven, personas que tal vez no estaban interesadas en Patek en el pasado. Tal vez conocían la marca porque sus padres o abuelos tenían un Patek Philippe.

Hoy en día, estoy apuntando al nieto porque está más actualizado, es un reloj de un cierto estilo de vida. Por supuesto, tengo que ajustarme un poco al cliente, pero no es un cambio de cliente. Respeto tanto como antes a todos los clientes de ayer, y estoy trabajando para ellos, disfrutando de hacer relojes para ellos.

¿Cuántos relojes produce Patek Philippe?

También tengo la oportunidad de ampliar mi oferta a otra clientela, ya que hemos crecido un poco. Cuando comencé en Patek, la producción era aproximadamente 34 a 36 mil piezas. Hoy en día, producimos alrededor de 70 a 72 mil piezas. Eso me permite agregar más a la colección, lo cual considero muy positivo. ¿Por qué debería dejárselo a otra persona en un momento dado? Mi próximo objetivo es mejorar la línea de relojes de damas. Hay mucho que hacer en esa línea, así como en la de joyería. Nos asociamos con Salanitro que se ubica en Ginebra. Lo adquirí porque tengo una idea, una visión, pero lleva tiempo desde que decides hacer algo o para adquirirlo. Salanitro es un buen ejemplo de esto, y este proceso requiere tiempo.

Así que, para mí, esta es más bien una pregunta inversa: ¿por qué debería cambiar? Creo que esto es lo que les enseñaría también a mis hijos: te adaptas y evolucionas. Pero no debes olvidar encontrar siempre la línea correcta. El ADN de la marca es fundamental.

La forma en que trabajamos, la calidad que ofrecemos, nuestro servicio postventa siguen siendo los mismos, no cabe duda. Cuando trabajé con mi papá, él tenía una visión que se limitaba a una correa negra y una correa marrón, y eso fue todo. Con la llegada de relojes móviles, agregué el azul, el gris, y hoy eso funciona bastante bien y sigue siendo Patek. Así que cada generación también debe aportar su propio ADN a la marca, pero siempre con un cierto respeto.

El reto de producirlo y su nuevo PP6

Cuando pensaba en el reloj, ya tenía en mente el nuevo edificio PP6. La capacidad de construir un reloj se encuentra dentro de ese edificio. Especialmente en el caso de este reloj, que es altamente complejo de realizar, es muy delgado, y debe estar hecho a la perfección. En este tipo de diseño, siempre estoy atento a que lo que estoy creando sea muy difícil de copiar por otros.

No digo que no puedan hacerlo, pero van a sufrir mucho. Es un proceso muy complejo de llevar a cabo. Para eso, el nuevo edificio PP6 es una herramienta perfecta, ya que fomenta la comunicación y la eficiencia entre las personas, además de contar con suficiente espacio. No habría sido capaz de hacerlo sin este edificio. Además, tampoco hubiera podido hacer todo in-house. Hubiera tenido que contratar a personas externas, y sé que esto no funcionaría. Incluso el pulido es un reto, buena suerte intentando pulir algo en platino. Tan solo este paso ya es complicado.

El desafío del mercado

Tengo suficiente experiencia como para no considerar un reto y simplemente decir “esperamos que funcione”. Funcionará, porque no estoy haciendo todo esto sabiendo que va a fallar. No digo que tenga una bola de cristal, pero llevo mucho tiempo trabajando en Patek y me he reunido con clientes en todo el mundo. Si lo miro y digo que es un reloj genial y me gusta usarlo, sé que no soy el único que piensa así. Por eso digo que, por supuesto, es un reto, pero es un reto controlado. Para ser sincero, al principio para mí el gran reto fue la comunicación y mantenlo en secreto. Creo que otro aspecto que también es importante es el precio. Cuando creas algo nuevo, siempre debes tener cuidado con el precio, ya que eso es muy relevante.

Esta es la razón por la que, en esos tres modelos, realmente quería establecer precios diferentes y no solo decir que, debido al platino y al movimiento más complicado, el precio debe ser de 70-80 mil euros o francos suizos. También mencioné que debemos establecer un precio de entrada. De hecho, no me gusta el término “precio de entrada” porque, para ser sincero, no es un precio de entrada cuando supera los 30 mil euros, pero para Patek, sí lo es.

Eso es lo que también estaba buscando: una oportunidad para que un padre ofrezca la versión de acero a su hijo a este precio. Es un precio alto, pero está bien. Es solo un precio de entrada, y yo realmente quería tenerlo. Eso fue importante para mí. Esta pieza es genial; tiene la esfera verde en una versión de acero. Esos dos colores funcionan muy bien juntos. Para una generación más joven, también es un reloj fantástico para empezar.

El capítulo Cubitus en la manufactura…

No puedo afirmar que esto representa una nueva era para Patek Philippe, ya que esto implicaría juzgar todo lo que hemos hecho hasta ahora. Es un nuevo capítulo en términos de colección, pero eso es todo. Parte de mi trabajo consiste en introducir de vez en cuando una nueva colección, pero no quiero hacerlo con demasiada frecuencia. Es un poco como lanzar una nueva serie limitada: si hago una cada mes, es aburrido. Si lo hago cada cinco años, eso es significativo. Así que es exactamente lo mismo para mí. Lo veo como una serie limitada, pero esta continuará.

No obstante, no se trata de una nueva era, porque no modifiqué realmente el objetivo de Patek Philippe, ni su filosofía, ni sus valores. Estoy respetando esos valores. Esa es la diferencia: dentro de nuestros principios, debemos ser creativos y evolucionar. Eso es parte del valor que debemos mantener. De lo contrario, corremos el riesgo de morir, al igual que nuestro producto.

Es importante seguir avanzando. Si no te mueves, mueres. Así de simple. Si me quedara con el Nautilus y el Calatrava, me estancaría. Siempre hay que evolucionar. Asume el riesgo, y valdrá la pena.

El bautizo de Cubitus

Cuando supe que iba a hacer un reloj cuadrado, lo llamé el Cubitus. Es un cubo, no un cuadrado. El nombre Cubitus sonaba bastante similar al Nautilus. Funcionaba bien en inglés, alemán, italiano, francés, así que así quedó. Esa fue lo primera decisión que tomamos, realmente, antes de tener cualquier diseño. Así nació el Cubitus.

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