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Special Report
Tudor redefine su estética presentando una línea moderna, dinámica y sofisticada, resultado del equilibrio entre diseño y prestaciones. Seducción, funcionalidad y fiabilidad, convierten a la marca en un icono del estilo contemporáneo, sin olvidar los rasgos atemporales de modelos anteriores que le han dado un sello característico.
La pasión por la velocidad es una necesidad implícita
en el hombre, Tudor lo sabe y nos transporta al universo de las dos ruedas con la nueva línea que lleva el evocador nombre: Fastrider. Una caja estilizada y biselada de 42 mm, concede una identidad sumamente deportiva y técnica a este cronógrafo. El corrector de fecha a las 9 h -ubicado en el canto del reloj-, está decorado con un escudo en PVD negro, al igual que los pulsadores del cronógrafo diseñados
en forma de cilindro, los cuales nos recuerdan los pistones de un motor y facilitan la medición de fracciones de segundo, características del motociclismo. Un toque técnico que evoca el mundo de los cascos, el cuero y la potencia.
Grabado con escala taquimétrica, el bisel tiene un acabado satinado, lo mismo que la parte superior de las asas. Dentro de la carátula -diseñada expresamente para Tudor Fastrider- encontramos el contador de minutos realzado por tres líneas verticales, las cuales hacen clara referencia al mundo de
los motores.
La carátula, en color blanco, negro o plata, hace juego
con las agujas de los tres pequeños contadores en rojo. Cada versión está disponible con índices biselados o con números árabes en relieve, mientras que las manecillas son
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Fastrider: el tiempo en dos ruedas...
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