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THE COLLECTION
Berger: 5281-4122 – Peyrelongue: 5281-5050 Masters: 5557-9647 – Miguel Angel: 5510-1312 Plufi: 5595-5288 – Elja: (33) 3673-4021 Karch: (81) 8335-9127 – Dettaglio: (22) 2169-7771
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CARAN d’ACHE SA I Geneva I Switzerland carandache.com
EDITORIAL
2011 005
E Editora
Lo abstracto del tiempo
n la actualidad, existe una pronunciada tendencia de las marcas relojeras a estrecharle la mano a la tecnología. Todas -salvo una que otra que se está rezagando- tienen la inquietud de ampliar sus horizontes, comparar su alcance en el escenario internacional y, ¿por qué no?, conquistar a otro público, posiblemente el de las nuevas generaciones. Hoy, esta vía se ha convertido en una herramienta clave en la industria relojera... pero no todo es miel sobre hojuelas.
El incremento de personas que realizan una búsqueda on line ha sido exponencial, pues es un medio muy importante de compra que hoy por hoy algunos subestiman o temen. Esto se debe a la expansión que han experimentado los medidores del tiempo. Las piezas de ciertas marcas mundialmente reconocidas se han convertido en aspiracionales, por lo que evidentemente son más vulnerables a posibles falsificaciones. Por desgracia, en la red se encuentran muchos sitios que las ofrecen a precios sumamente atractivos, si bien su calidad es dudosa. Este fenómeno ha ido en aumento, originando que la Federation of the Swiss Watch Industry FH, recalque año tras año su enorme preocupación al respecto.
Vivimos una era de apego a la tecnología. Por ejemplo, es muy fácil entrar en contacto con la industria y con las marcas de nuestro agrado, tanto, que podemos sentir una estrecha cercanía con la historia relojera, los nuevos desarrollos, modelos, avances tecnológicos con sólo disponer de las aplicaciones pertinentes en nuestro smartphone o en las llamadas. Una red social o un sitio en Internet pueden ser un beneficio o un terrible dolor de cabeza para este sector.
Para concluir, me gustaría despedirme en la que será mi última participación en este valioso medio. Ha sido una experiencia enriquecedora estar en un proyecto al que vi nacer, pero así como el tiempo cambia en una fracción de segundo, la vida también lo hace. Agradezco infinitamente a usted, querido lector, que me haya brindado la oportunidad de estar presente en un momento de su vida. El tiempo no acaba, cambia... ¡Mil Gracias!
Sandra Barradas