Page 29 - Impreso
P. 29

Para lograr este brillo único, los artesanos emplearon
70 horas de engaste, creando una textura tipo “nieve”
que hace vibrar la carátula con una coreografía de
reflejos. Es una pieza que no solo deslumbra: emociona.
Cada destello parece contar una historia distinta, una
que se escribe con paciencia, pulso y mucha pasión.
Sobriedad que deslumbra
Entre los íconos reinterpretados, el Tank Américaine
emerge como una joya de noche. Con su carátula
satinada plateada y sus líneas puras, este modelo
mini lleva 569 diamantes que realzan su silueta
inconfundible.
El brazalete, perfectamente integrado, se ajusta con
naturalidad, recordando que la verdadera elegancia no
necesita alardes. Es un reloj que proyecta sofisticación
con cada movimiento: femenino, fluido, atemporal.
Y como contrapunto felino, el Panthère de Cartier
brilla con 476 diamantes distribuidos entre caja y
brazalete. Su luz acaricia la piel con la misma sutileza
que un movimiento de pantera. En él, el equilibrio
es arte: una carátula sobria con manecillas azuladas,
fondo plateado y una corona de diamante. Un reloj que
combina la fuerza y la delicadeza, como una joya con
alma propia.
Miniaturas exquisitas
Cartier revive el espíritu de los relojes de cóctel de
los años 20, esos que convertían la noche en escenario
y el tiempo en accesorio. Las nuevas creaciones de
la Maison retoman formas audaces –rectángulo,
octágono– y las llenan de vida con engastes virtuosos.
En uno de ellos, el diálogo entre diamantes talla
baguette y brillante crea una armonía geométrica
digna de una obra de arte. En otro, el juego art déco
se manifiesta en una caja octogonal y una carátula
cuadrada con reflejos radiantes. Vale decir que cada
reloj requiere más de 30 horas de trabajo y una
precisión casi poética.
Por si fuera poco la Maison decidió ir más allá
combiando esmeralda, ónix y diamante, cuyos colores
evocan el glamour del art déco y una modernidad
eterna. El ónix facetado viste el bisel con una
profundidad oscura que contrasta con el resplandor
plateado de la carátula. Todo, protegido por un cristal
de zafiro facetado como una gema.
Sin corona visible –reemplazada por un mecanismo
oculto–, estas piezas mantienen líneas puras y un
refinamiento absoluto. Son relojes que no se limitan
a marcar la hora: la hacen inolvidable.
Rita Segura
Cartier Tank Américaine.
Panthère de Cartier.
Cartier relojes “de cocktail”.
WATCHES WORLD
27













































   27   28   29   30   31