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Los oficios artísticos pueden dividirse en tres grandes familias: el arte del fuego, el arte del metal y el arte de la composición.
El talento multidisciplinar ha dado lugar a más de treinta patentes y piezas espectaculares.
Oficios en extinción
Además, en la Maison se dominan técnicas
artesanales casi extintas que elevan cada creación a la
categoría de obra de arte. Entre estas se encuentran
el esmaltado, el granulado etrusco, la filigrana y la
marquetería. Estas habilidades requieren cientos de
horas de trabajo minucioso y se aplican a piezas como
el Reloj Crash Tigrée, el Baignoire, o el Panthère Trésor,
donde la estética y la precisión mecánica alcanzan una
armonía perfecta.
La fabricación de los componentes de los
movimientos se realiza en la manufactura situada
también en La Chaux-de-Fonds y, posteriormente,
se trasladan a La Maison des Métiers d’Art para el
ensamblaje y los controles finales. Cartier ya inauguró
también en 1993 en Couvet (Suiza) un Instituto de
Relojería que acoge a aprendices y artesanos de las
Manufacturas Cartier para brindarles formación.
La Maison des Métiers d’Art no solo preserva oficios
únicos, sino que los proyecta hacia el futuro. “Este lugar
posee un espíritu único: preservar y transmitir oficios
artísticos a menudo olvidados o poco practicados en el
marco de una dinámica en la que la innovación ocupa
el lugar que le corresponde y alimenta la creatividad
sin límites de la Maison”, explica Karim Drici, director
industrial de Cartier. “Estamos convencidos de que
este diálogo entre tradición y modernidad es lo que
permitirá que los oficios artísticos resistan el paso
del tiempo y sigan siendo un patrimonio más vivo
que nunca”.
Leslie López
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