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WATCHES WORLD
distintivos de este calendario perpetuo está en su
legibilidad. El mes se indica en la subesfera de las
6 horas y, justo a un lado, se muestra el año en
dígitos en una ventana. A las 9 horas, se encuentra la
subcarátula con un segundero pequeño y el día de la
semana. Y, finalmente, a las 3 horas, encontramos las
manecillas que indican los días de la semana, así como
un útil indicador de reserva de marcha que rastrea
los 7 días que esta pieza ofrece.
El fascinante calibre 52616 late a una frecuencia de
4 Hz y cuenta con 54 joyas. Este movimiento de cuerda
automática es totalmente visible al reverso con una
masa oscilante personalizada elaborada en oro. Legible
y práctico, la marca ha logrado que el calendario esté
compuesto de únicamente 81 partes. De esta manera,
el módulo tiene tan solo un grosor de 1.5 mm. Con
este diseño ingenioso y llamativo, esta complicación
ejemplifica el talento indiscutible de IWC Schaffhausen.
Cabe destacar que, naturalmente, el calendario
perpetuo está programado para un ciclo de 4 años,
tomando en cuenta los años bisiestos. El único ajuste
manual que requerirá la pieza tomará lugar en el año
2100, debido a que los años centenarios divisibles entre
100 no son considerados como años bisiestos.
Como podrá atestiguar, la firma ha renovado
de manera espectacular uno de sus modelos más
emblemáticos. Mejor aún, las cuatro variantes reúnen
códigos estéticos formales y elegantes que preservan
una visualización legible e intuitiva en una de las
complicaciones más elaboradas de la relojería. Por esto
y más, el 2024 será recordado como el año en el que
IWC Schaffhausen marcó la pauta para convertirse en
uno de los relojeros de referencia en lo que respecta
a los calendarios perpetuos mecánicos.
Alberto Gutiérrez