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 18 WATCHES WORLD
ON FIRE
TOURBILLON PATRIO
Arnold & Son
Siempre es un deleite hablar de piezas únicas en la relojería, y más cuando están ligadas a lo que se ama, como el Ultrathin Tourbillon Icons of Mexico Unique Piece de Arnold
& Son. La Casa suiza de raíces inglesas ha creado uno de los grandes tributos relojeros a nuestro país, con una demostración excepcional de maestría artesanal y técnica.
Lo que hace único a este reloj es que en
la carátula aparecen los símbolos patrios más importantes grabados a mano en oro rojo. Nos referimos a la bandera y el escudo mexicanos. Es asombroso el nivel de detalle que han logrado los artesanos de Arnold & Son en el águila parada sobre un nopal que devora a una serpiente, la representación del mito de Aztlán y de la fundación de México- Tenochtitlán. Con respecto a la bandera, la franja central tiene un acabado pulido para mostrar la diferencia entre el color blanco,
el verde y el rojo. Además, da la impresión
de que ondea al viento. Es imposible no emocionarse con este espéctaculo.
Arnold & Son ha tenido la genial idea de ensamblar estas dos pequeñas esculturas en una carátula de jade con ligeras vetas negras, lo que intensifica su profundidad. La firma
ya había utilizado este mineral antes, pero, en este caso, el simbolismo es apabullante. Como seguramente sabe, el jade fue muy valorado por las culturas prehispánicas
de Mesoamérica, que crearon múltiples artefactos y obras de arte con este material vinculado a la medicina tradicional, los rituales de protección y lo divino.
La carátula no es la única genialidad del Ultrathin Tourbillon Icons of Mexico Unique Piece. El reloj se presenta en una caja de oro rojo de apenas 8.3 mm de grosor. Por si fuera poco, gracias a un replanteamiento de la estructura del órgano regulatorio giratorio,
el calibre A&S8300 garantiza 100 horas de reserva de marcha, algo extraordinario en la categoría de los tourbillones ultradelgados. Después de todo lo anterior, entenderá por qué Arnold & Son considera que este reloj es demasiado especial para repetirse.
Alberto Gutiérrez
                                                                                              


















































































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