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40 WATCHES WORLD
COVER WATCH
LA REINTERPRETACIÓN DEL SIMBÓLICO Carrera de TAG Heuer
Carrera, el nombre que TAG Heuer ha construido desde 1963, época en la que los relojes deportivos gozaban de una importante aceptación. Poco después, incluso, entró en escena el acero como protagonista en relojes de esta categoría.
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El histórico cronógrafo Carrera nació de la visión de un hombre llamado Jack Heuer. Es un importante eslabón entre TAG Heuer, el automovilismo y, por supuesto, los mejores pilotos de todos los tiempos. La historia de una de las colecciones insignia de la firma relojera, se ha forjado a partir de simplicidad, funcionalidad y el estilo elegante en un reloj deportivo.
Tal como señala Nicholas Biebuyck, Director de Legado en TAG Heuer, cuenta la leyenda que la obsesión de la compañía por la legibilidad comenzó en 1958: una caída del primer al tercer lugar de Jack Heuer durante un rally suizo, por no poder leer el cronómetro del tablero, fue el mejor argumento para crear la estrella que brillaría por generaciones.
Con la necesidad y el ánimo de cambiar la estética
de un cronógrafo, el señor Heuer pensó en una nueva forma de leer su reloj, de manera más intuitiva. El resultado fue un diseño limpio y de perfecta legibilidad, aun mientras conducía. El reloj Carrera nació de la audacia y visión del hombre responsable de muchos avances en el cronometraje deportivo; sus ideas se centraron en las necesidades de los pilotos profesionales del automovilismo.
La construcción de la carátula permitió un espacio idóneo para la escala taquimétrica o las subesferas, siempre con suficiente claridad para acompañar a
los pilotos en los deportes de motor. En efecto, el nombre del primer modelo se inspiró en la Carrera Panamericana, famosa por el desafío que implicaba correrla en la década de los 50. La idea surgió después de un encuentro de Jack Heuer con los hermanos Rodríguez en la carrera de las 12 Horas de Sebring.
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