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Watch Words
  dmirar un reloj Franc Vila es toda una experiencia: nos cierto, estos relojes no son pocos en su colección, ya que induce a imaginar cómo a un genio relojero se le ocurre ésta abarca desde un repetidor de cinco minutos, pasando fundar una pequeña casa que produce solamente exquisiteces por un esqueleto, otro con tourbillon y así hasta llegar a un relojeras a un ritmo de menos de un centenar de piezas al Grand Sonerie.
año. Es más, podría contar con los dedos de la mano los Es innegable que Vila es un personaje lleno de energía, ejemplares que puede ensamblar esta marca con su equipo, con una sonrisa, o más bien, provocando una sonrisa con que en total suman diez entusiastas por su trabajo. cada uno de sus ingeniosos comentarios, así como un
Pero el primero en apasionarse y en creer en sus relojes empedernido inventor que cuando se ha propuesto lograr
es el mismo Franc Vila, a quien Watches World tuvo la algo, lo ha hecho sin importar si se trata de una nueva fortuna de entrevistar. Conocerlo fue descubrir a toda una aleación, un material con determinada funcionalidad, o un personalidad: ligero, con un encanto especial al caminar y reloj repetidor a minutos con calendario perpetuo. Es una una sofisticada presencia. Si verlo fue impactante, imagine destacada personalidad de la relojería, que cuida con esmero platicar con él durante una exquisita cena a base de platillos a sus clientes, como quedó demostrado en su reciente
de la cocina prehispánica en la Ciudad de México. ¡Mejor no podría ser la ocasión!
“Los coleccionistas mexicanos son muy aficionados a las complicaciones. Me impresiona lo bien informados que están en cuanto a la relojería. Creo que de entre todas las piezas, siempre voltean a ver nuestros tourbillones. Son clientes
que valoran los detalles, que viven el lujo de lo verdadero”, comenta Franc Vila, basándose en pláticas con varios de sus clientes en México.
Está prendado de nuestro país, el cual despierta más su interés cada vez que lo visita y por cierto, le gusta probar de todo por exótica que sea la comida. En cuanto a su negocio, considera la variable del precio un elemento real, en el que sus piezas cuestan lo que valen, más un margen de ganancia. Expresa su convicción de que siempre tendrá menos piezas que la demanda real: “Somos una pequeña casa de lujo”, afirma. Estamos de acuerdo con él, ya que sus productos son pocos, pero la dedicación puesta en cada uno de ellos los hace únicos. Por ello afirmamos que tener un Franc Vila en la mano es una experiencia sensorial: texturas, formas y diseños que el ojo descubre en cada posición del reloj.
Franc Vila no es sólo un empresario, sino que su conocimiento relojero y su arrojo para que sucedan las cosas, es el motor que genera cambios en sus creaciones
y en la relojería. Un ejemplo radica en los materiales
que usa: “Debemos desarrollar más el vasto campo de la investigación de materiales, es preciso que hoy la tecnología se aplique a la relojería, ya que siempre hay que buscar cómo aumentar la precisión y la durabilidad”. En nuestra opinión, la funcionalidad de sus piezas merece un tanto más de crédito, pues en sus relojes encontramos valores como el innovador material de litio-aluminio, cuya densidad de 2.35 gramos contiene menos materia, es más penetrable por el sonido y por ende, una repetición a minutos se escuchará diferente debido a la buena transmisión de sonido de la
caja y la mejor acústica de proyección de los timbres. Por
visita a México. Si no existiera él, ¿quién hubiera diseñado asombrosas piezas con su característica caja de varias dimensiones curvas, sus distintos niveles en carátulas y su diversidad de materiales?
Por supuesto, lleva dos de sus relojes favoritos: uno en cada muñeca, seguramente ejemplares a la venta, pues los concibe y fabrica exclusivamente para quien los sepa apreciar. Sin duda uno de los grandes de la relojería actual, que seguirá dando mucho en su búsqueda por nuevas soluciones a la relojería mecánica y a la construcción de piezas. Cada
día, visitas como éstas hacen de la relojería un gran acontecimiento que cobra más importancia en México.
Franc Vila enciende con su singular espíritu la llama de admiración de sus coleccionistas, que en este país son muchos.
Nuestra conclusión: cada vez que veamos un Franc Vila, la percepción será distinta, ya que pensaremos en su visionario creador y apreciaremos sus relojes como piezas únicas.
 SUNSET Limited Edition
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