A esta redacción le ha llegado un dato que no conocía: –»La pantera es el único animal cuyo olor natural es agradable. La pantera exhala un aroma que cautiva a los demás animales, es por ello que cuando caza, se esconde para atraer a su presa con su perfume»–. según Teofrasto
Inspiración que se traslada a la creatividad de la Masion Cartier, cuyo departamento de productos cosméticos ha desarrollado una línea a partir de esta expresión e idea, conceptualizando su esencia al delicado aroma de su nueva fragancia:
La Panthère
La pantera es el símbolo de la femineidad Cartier… porque es a la vez divina, exquisita e insumisa.
En una palabra: libre. Libre de amar y de realizarse, con pasión, mirando de frente. Ya en los años 1980, la pantera inspiró un perfume Cartier que encarnaba su época. Era necesario una reinterpretación moderna, una estela contemporánea, un acorde inédito, casi paradójico: un floral felino. Un perfume surgido de una flor fresca, así lo ha querido Mathilde Laurent, perfumista de la Maison: una gardenia… con una huella pura e hipnótica, y un color llevado hasta su límite animal. Y allí presente, la pantera: agazapada y encantadora, soberana sensual de una estela solar, de un acorde floral y a la vez felino, como una trampa de amor tendida por la criatura más irresistible de todas, aplaudida por Dante y Teofrasto por su irresistible perfume de deseo, el más seductor del reino animal.Si hablamos de la estética del producto y su valor, nada pasa desapercibido cuando se trata de un lanzamiento de esta talla; figuras arquitectónicas y líneas geométricas acentúan la vanguardia y un savoir-faire inédito. Tallado en un bloque de vidrio cual si se tratara de una escultura que encierra el tesoro precioso de la pantera. Los tonos felinos se encierran con virtuosismo al interior del frasco y, al interior, la fascinación que reside en lo extraordinario de las tonalidades naranjas que hacen pareja con la luz solar. Notas de chipre y esencia floral, exhalan sensualidad femenina dejando una huella hipnótica en todo aquello que «tocan».
Campaña de comunicación «La Panthère».
Cartier acudió a Sean Ellis, cineasta conocido y reconocido por su cortometraje Cashback (acreedor a una nominación a los Oscares en el 2006). Todo sucede en París, en el puente de Bir-Hakeim durante la luz tenue de la noche. Un travelling tras los pasos de la –felina– modelo Erin Wasson nos regalan un rastro de amor y libertad.