¿Un ExoTourbillon animado por un mecanismo de remonte automático, que además tenga un perfil elegante y estético?
Sí, Montblanc lo realizó gracias a un perfecto dominio en el arte de la miniaturización del ExoTourbillon concebido en su atelier de Villeret, pero que también es producto del homenaje a los trotamundos pioneros que atravesaron el Atlántico en busca de la generación de una clientela que permitiera a la marca la internacionalización de sus productos.
Montblanc 4810 Tourbillon Slim
Así pues, el ExoTourbillon resulta sumamente preciso gracias a que la jaula y su masa están desconectados del volante, por lo cual no inciden en su movimiento, permitiendo una mayor precisión. Adicional a esto, el volante recibe 18 tornillos, de entre los que destacan cuatro de oro que son ajustables, garantizando las correcciones del órgano regulador respetando la tradición relojera.
Nuevo motor: MB 29.21
Un hito en la relojería contemoránea, ya que estamos acostumbrados a los torbellinos animados por un calibre de carga manual debido a las complicaciones que ofrecería un remonte automático. La respuesta es tan lógica como compleja: micro-rotor. El reto fue superado, y se colocó una masa oscilante de tan solo 4.5 mm de altura, consiguiendo que el perfil de la pieza –ya en su caja– alcance los 10.14 milímetros. Asimismo, la espiral al interior del barrilete dotará de 50 horas de autonomía al conjunto a una frecuencia de 3 Hz.
Estética depurada
La pieza está construida en caja de oro rojo de 18 quilates, mientras que la carátula se ha dividido en dos a fin de garantizar la atención de las miradas en el torbellino. En la parte superior se observa un dial decorado con un patrón guilloché característico de la Casa, mientras que en la parte inferior se propone un trazado Côtes de Genève para centrar la mirada en el ExoTourbillon patentado que marcará los segundos gracias a su revolución entera por minuto. Finalizamos con índices aplicados, indicador de posición de la corona en punto de las 3 horas.