El nuevo Aikon Automatic Bronze de Maurice Lacroix explota toda la energía del bronce, un material que luego de estar relegado experimenta ahora un revival en alta relojería. El motivo Clous de Paris de la carátula con degradado ahumado, junto con los discretos índices tipo bastón, no solo respeta los códigos estéticos distintivos de esta colección, sino que va un paso más allá en términos de diseño. Por otro lado, nos encontramos ante una edición limitada de 888 piezas.
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En 2016, cuando Maurice Lacroix presentó el Aikon, una reinterpretación audaz del Calypso —uno de los modelos más vendidos de la década de los 90—, no se imaginaba que llegaría a ser todo un hito de la relojería. Solo un año después, en 2017, Maurice Lacroix logró otra proeza: fue uno de los primeros en recuperar un metal olvidado en la relojería de lujo con el Aikon Bronze. Hoy en día, el Aikon Automatic Bronze se sigue inspirando en este patrimonio. Se trata de una reinterpretación cautivadora, con una estética refinada y un toque urbano distintivo. Además, las propiedades naturales del bronce son fascinantes cuando se aplican en joyería y relojería. De hecho, este metal adquiere una pátina característica con el tiempo que, según la manera, el momento y la persona que lleve el reloj, constituye una forma de personalización.
A favor del bronce
El Aikon Automatic Bronze cuenta con una caja robusta de 42 mm elaborada en bronce cepillado y se complementa con un bisel con bordes arenados que le confieren una profundidad y un carácter sutiles. Con una caja de 11 mm de alto, el reloj tiene una presencia refinada y discreta, pero destacada en la muñeca. El fondo de caja abierto, de acero inoxidable, ofrece una visión del funcionamiento interior del reloj. Con una resistencia al agua de 20 ATM, el Aikon Automatic Bronze está listo para cualquier aventura en cualquier ambiente.
Nueva era de sofisticación
El modelo de bronce de 42 mm anterior presumía una carátula a cuadros azul oscuro con números arábigos a las 12, 6 y 9 horas. Hoy, el Aikon Automatic Bronze inaugura una nueva era de sofisticación con una carátula ahumada y difuminada de color chocolate. La textura de Clous de Paris aporta dimensión y complejidad, mientras que el logotipo de Maurice Lacroix en PVD (siglas en inglés del término en castellano “Deposición Física en la fase de Vapor”) de oro 4N a las 12 horas actúa como fuente de luz. Las agujas facetadas de las horas, los minutos y los segundos, de oro rosa 4N, pasan por encima de los índices, también de oro rosa 4N, en un juego de luces y sombras. La aplicación de inserciones de Super-LumiNova blanca en los índices y las agujas de las horas y los minutos garantizan una legibilidad óptima en un vistazo, incluso en condiciones de poca luz. Se trata de una pieza muy distintiva creada a partir de la combinación de tonos y texturas.
Maurice Lacroix colaboró estrechamente con el fabricante Sellita para desarrollar el exclusivo calibre automático ML135, que se basa en el legendario SW200. En cumplimiento de las rigurosas exigencias de Maurice Lacroix en cuanto a la precisión de la relojería, el movimiento, con sus componentes rodiados, se caracteriza por los magníficos acabados Colimaçon (en espiral) y perlado. El rotor, visible a través del fondo de caja abierto, está adornado con el logotipo de Maurice Lacroix. El ritmo del reloj se mantiene constante con 28,800 alternancias por hora, lo que garantiza precisión y una reserva de marcha de 38 horas.
Sinónimo de estilo urbano
La correa de piel café vintage, decorada con el emblemático “M” de oro 4N, subraya el concepto de elegancia urbana. Al mismo tiempo, destaca de forma natural la caja de bronce, reflejando la evolución de la pátina del reloj. Los pespuntes en gris claro ofrecen un contraste marcado y a la vez sutil. El sistema EasyStrap patentado de Maurice Lacroix es un ejemplo de funcionalidad: permite cambiar las correas en pocos segundos sin necesidad de herramientas especiales.
“En menos de una década, Aikon se ha convertido en sinónimo de estilo urbano y la gama de modelos no para de crecer”, indica Stephan Waser, CEO de Maurice Lacroix. “Tras la evolución constante de Aikon se encuenten los valores de Maurice Lacroix, basados en la creatividad y que impregnan todas las facetas de nuestra marca. Con este espíritu, el Aikon Automatic Bronze es otro ejemplo más de cómo la fusión de materiales, colores y texturas con precisión, fiabilidad y durabilidad puede crear algo novedoso y distintivo”.
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