Ya lo hemos dicho antes: Maurice Lacroix es una marca que sabe cómo renovarse y lograr que la relojería les hable a las nuevas generaciones. Ahora lo consigue con Aikon #tide, una gama de relojes en colores vibrantes diseñados con una innegable inspiración fashion. Pero hay más. Están hechos con el plástico “suprarreciclado” #tide procedente del océano. Así que estos Aikon conjugan moda y sostenibilidad, la fórmula perfecta para ser relevantes en la actualidad.
Presentado en 2016, Aikon es un modelo joven estilo sport elegant que está escribiendo su propia historia, sin ataduras con la tradición. Ya hemos conocido versiones muy frescas y exitosas, como el Aikon Automatic Chronograph Sprint. También hay otras más clásicas. Los modelos Aikon #TIDE abren un segmento muy atractivo para la casa. Y quienes los compren se beneficiarán de un precio accesible y un alto valor percibido. Maurice Lacroix fabrica productos de gran calidad y ofrece una garantía de cinco años.
¿”Suprarreciclado?
Como decíamos, además de los colores, la gran novedad de los Aikon #tide es el material del que están hechos. El plástico “suprarreciclado” #tide se combina con fibra de vidrio. El resultado es un material dos veces más duro y cinco veces más resistente que el plástico normal. Además, su huella de carbono es mucho menor que la de la producción de plástico PET virgen. Este compuesto se usa en la caja, el bisel, el fondo, las asas, la corona y la hebilla.
Cabe mencionar que #tide no es sólo un hashtag. Es el nombre de una firma especialista en el “suprarreciclado” de residuos plásticos del océano. Fue fundada por un grupo de empresarios de la industria suiza de relojes y accesorios comprometidos con la mejora del medio ambiente. En colaboración con el Instituto de Tecnología de Materiales y Procesamiento de Plásticos (IWK) de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Rapperswil (Suiza), #tide desarrolló una fórmula que regenera los gránulos de plástico y revierte los daños causados por los rayos UV y el agua salada a los que estuvo expuesta la basura de plástico mientras flotaba en el océano o era arrastrada a la costa.
Además de la fabricación de estos nuevos Aikon, Maurice Lacroix y #tide colaborarán para recoger botellas de plástico de los mares que rodean distintas islas de Tailandia, Indonesia y Filipinas. La marca relojera se ha comprometido a evitar que 10 millones de botellas de plástico contaminen los océanos. Para ello, patrocinará actividades de recogida de plásticos, asumirá el coste del empleo de barcos y almacenes, y financiará programas educativos. Maurice Lacroix quiere aportar un granito de arena para convertir el planeta en un lugar mejor. Es el poder de una gota, como se dice en el Jura suizo.
Fiesta de colores
De vuelta a los Aikon #tide, los relojes tienen una carátula adornada con el motivo Vagues du Jura, una referencia al océano. Miden 40 mm de diámetro y están protegidos por un cristal de zafiro plano, lo que mejora la legibilidad. Hay referencias con los índices engastados con diamantes. Todas están dotadas con una corona y un fondo atornillados, lo que contribuye a que su hermeticidad sea de 100 metros.
En cuanto a los colores, hay modelos con el bisel y la correa de caucho negros que se combinan con la caja y la esfera naranja, amarilla, verde, azul o también negras. Otros tienen la correa de caucho blanco en combinación con la caja, el bisel y la esfera azul claro, azul oscuro, verde claro, rosa o fucsia
Una gran noticia es que los Aikon #tide están equipados con el sistema Easy Strap Exchange, que permite intercambiar las correas de caucho de manera fácil y rápida, y sin necesidad de herramientas. En cuanto a su maquinaria, los impulsa un movimiento de cuarzo muy preciso y confiable.