El calendario perpetuo es la complicación que mejor representa nuestra fascinación por los cambios de ciclo, como el que ocurre cada año nuevo. Varias de las mejores marcas relojeras han contribuido al avance de esta función. Una de ellas es IWC Schaffhausen, que en 1985 presentó un mecanismo que cambiaría para siempre la historia de los calendarios perpetuos por su funcionalidad y facilidad de uso. Para empezar 2023 con el pie derecho, queremos contarles cómo ocurrió.
Operación eternidad
El 11 de abril de 1985, la ultrasecreta “Operación Eternidad” de IWC Schaffhausen llegaba a su fin. Durante los últimos dos años, su relojero jefe, Kurt Klaus, había trabajado en una de las innovaciones más importantes del siglo XX. Aquel día, Klaus llegó a la Feria de Relojería de Basilea, Suiza, con los tres primeros ejemplares del Da Vinci Chronograph Perpetual Calendar Ref. IW3750, que había terminado de ensamblar esa misma madrugada.
La pieza encarnaba la filosofía que Klaus había aprendido de su mentor, Albert Pellaton, el inventor del sistema de cuerda automática que lleva su apellido y director técnico de IWC en las décadas de 1940 a 1960. “Para progresar, uno debe pensar lo impensable”, afirmaba Pellaton.
Todo mediante la corona
Lo impensable era que un calendario perpetuo pudiera ser operado de manera tan simple como un reloj sin esa complicación. Klaus lo hizo posible gracias a un módulo con 82 componentes individuales que, por primera vez en la historia, permitía ajustar todas las indicaciones del calendario perpetuo y las fases de luna mediante la corona. Esto le da una ventaja enorme sobre el resto de los relojes de su categoría, pues si el cliente deja de utilizar el reloj de IWC durante algún tiempo, todas las indicaciones se pueden avanzar en saltos de un día hasta la fecha correcta girando la corona. En contraste, en otros calendarios perpetuos hay que presionar varios pulsadores y se requiere la intervención de un relojero.
Para lograr esta facilidad de uso, Klaus tuvo una idea genial. Logró sincronizar la fecha, el día de la semana, el mes, el año, la década, el siglo y las fases lunares por medio de la rueda de la fecha del movimiento base y un sistema de engranajes. Una única acción del módulo, que tiene lugar a la medianoche, adelanta la fecha y acciona todas las indicaciones.
Programado mecánicamente, el calendario perpetuo de IWC reconoce de manera automática las diferentes duraciones de los meses e, incluso, los años bisiestos. Solo necesita un ajuste cuando hay cambio de siglo y no es año bisiesto, como en 2100, 2200 y 2300. Además, la fase lunar se desvía del ciclo lunar real en un solo día después de 122 años. En algunas versiones actuales, el mecanismo indica las fases lunares en los hemisferios norte y sur, y éstas tienen una desviación de un día tras 577.5 años.
La indicación del año con cuatro dígitos fue otra novedad de la Ref. IW3750. Para ello, Klaus añadió un último tren de engranajes a su mecanismo de calendario perpetuo que hacía girar las dos cifras del año y de la década. Justo una vez cada 100 años, este tren de engranajes empuja la corredera del siglo hacia arriba y la bloquea en su sitio. Así, las dos primeras cifras del nuevo siglo se colocan en la ventana ubicada entre las 7 y las 8 horas.
Hasta el año 2499
Desde su lanzamiento, esta invención se ha extendido a las colecciones Portugieser, Ingenieur y de Relojes de Aviador de IWC. Se ha combinado con tourbillon y con indicaciones digitales de la fecha y el mes. A sus 88 años, Klaus es una figura venerada no solo en la marca de Schaffhausen, sino en todo el sector. En un video promocional, Klaus aparece en la boutique de una marca de tecnología donde un joven vendedor le explica que el smartwatch que venden necesita 17 o 18 actualizaciones al año. El video termina con la frase: “IWC Portugieser Calendario Perpetuo. Todas las actualizaciones incluidas hasta el año 2499”.