Para Cartier, un guardatiempos es un instrumento que puede transformar y resignificar por arte de magia. En 2024, la Maison reinventó a sus grandes clásicos con una visita precisa al pasado, pero la mirada puesta en el futuro: honró a un clásico, retrocedió el tiempo, permitió seguir dos husos horarios simultáneamente y exhibió su maestría en relojes joya.
Tortue de la colección de Cartier Privé
En su octava edición, Cartier Privé, dedicada a los fans de la relojería, propuso una versión contemporánea de uno de los modelos más prestigiosos de la Casa: Tortue, nacido en 1912, y que en 2024 presentó la complicación de cronógrafo monopulsador.
Con horas y minutos, se mantiene fiel al diseño original, reinterpretado mediante asas alargadas a lo largo de la correa y perfil depurado. Las versiones con horas y minutos se ofrecieron en una edición limitada de 200 piezas numeradas, que se reducen a 50 en la versión de platino engastada.
Sobre la versión con el cronógrafo monopulsador: esta complicación, vista por primera vez en un modelo Tortue en 1928, se reinterpretó en 1998 como parte de la Collection Privée Cartier Paris, con los mismos detalles de la versión actual: manecillas en forma de pomo en acero azulado, segundero con contrapeso esqueletizado y motivos triangulares en las cuatro esquinas de la carátula.
La minutería de ferrocarril se ha colocado fuera de los números romanos. Inicio, parada y puesta a cero: las tres funciones se concentran en un único pulsador integrado en la corona y se activan con un gesto. El movimiento presenta un grosor de 4.3 mm, lo que lo convierte en el cronógrafo más fino de Cartier.
Santos de Cartier
Fiel al legado del aviador Alberto Santos Dumont, la Maison desarrolló dos nuevas versiones de este modelo, los cuales cuestionan nuestra percepción del tiempo. Por un lado, el Santos-Dumont Rewind, que invierte la lectura tradicional de la hora y, por otro, el Santos de Cartier Dual Time, que permite consultar la hora de dos lugares diferentes a la vez, gracias a un movimiento mecánico de cuerda automática.
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En esta versión de acero, sobresalen las manecillas en forma de espada rodiadas y cubiertas de material luminiscente, una corona heptagonal facetada y un contador gris que muestra un segundo huso horario ajustable. Al igual que en toda la colección Santos de Cartier, la correa se distingue por su facilidad de uso: todas las versiones, sean de acero o piel, son intercambiables gracias al sistema QuickSwitch.
En cuanto a Santos-Dumont Rewind, la audacia de su diseño se refleja en la carátula de cornalina, cuyos sutiles matices subrayan el carácter de esta edición limitada de platino de 200 piezas. Las horas se leen mediante números romanos colocados en sentido contrario a las manecillas del reloj. Las manecillas en forma de pomo se mueven hacia atrás en lugar de hacia delante gracias al movimiento mecánico de cuerda manual invertida 230 MC.
El otro lado del espejo
Después de los modelos Clash [Un]limited y Coussin, Reflection de Cartier continuó con una aventura que combina ilusión y fascinación. ¿Su objetivo? Reflejar el misterio del tiempo con creaciones audaces que combinan el savoir-faire de la relojería y la joyería de Cartier.
Todo comienza con la novedosa arquitectura de un brazalete abierto, que aúna aberturas y oro pulido efecto espejo. La tensión culmina en el encuentro de la delicada carátula con un espejo en el que el tiempo parece retroceder. En la carátula, el cristal biselado en forma de gema revela una doble identidad tan sofisticada como precisa.
Esta creación se presenta en varias versiones: una de oro amarillo y rosa, otra de oro blanco engastado con diamantes y dos de oro blanco con pavé de piedras de color.
Animal Jewellery Watch
Finalmente, la Maison exhibió su maestría artesanal con diversos modelos de la colección de relojes joya Animal Jewellery. En esta ocasión, presentó piezas inspiradas en la cebra, el cocodrilo, la pantera y el tigre, los cuales destacan por estar engastados con diamantes y piedras preciosas, además de ser esculpidos tridimensionalmente.