Fue en 1953 cuando Blancpain Fifty Fathoms inventó un tipo de reloj que se convertiría en un éxito rotundo a nivel global: el diver. Todos los relojes de buceo modernos se basan, de una forma u otra, en el arquetipo presentado por el fabricante suizo. 70 años después, la visión moderna de la pieza nos sigue cautivando con un diseño distintivo y prestaciones muy completas.
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Diseñado por un buzo
El primer Blancpain Fifty Fathoms de la historia fue producto de Jean-Jacques Fiechter, director ejecutivo de la marca y buzo especialista. Al conocer perfectamente las necesidades que tenía bajo el agua, Fiechter se propuso en crear un reloj que pudiera apoyarlo durante sus inmersiones. Necesitaba de una pieza robusta, fiable, resistente al agua y sumamente legible. Es decir, estaba en búsqueda del primer reloj de buceo en toda la historia.
Para 1954, motivado por su pasión inquebrantable, Fiechter patentó tres innovaciones cruciales para su modelo. En primer lugar, un bisel giratorio con bloqueo para ayudarlo a calcular tiempos de inmersión de forma precisa. Segundo, la pieza contaba con fondo doble para máxima robustez. Finalmente, un sistema de corona con doble junta tórica. Todo esto mas una estanqueidad de 100 metros, la corona con doble sellado y una carátula con indicadores luminiscentes lo convirtieron en más que un reloj. Se volvió un instrumento indispensable para los buzos durante sus actividades acuáticos.
La genialidad de una pieza como Fifty Fathoms le permitió pasar las pruebas demandadas por la Marina norteamericana. Miembros de los Navy SEAL’s, el cuerpo de buzos de élite de la Marina estadounidense, adoptaron Fifty Fathoms como un instrumento clave. Es decir, además de inspirar al resto de la relojería con un totalmente nuevo tipo de reloj, terminó por usarse de manera profesional por buzos que lo usaban como aliado principal durante sus misiones.
Del «estancamiento» a la gloria
Tristemente, entre la década de 1980 y los años 2000 Blancpain Fifty Fathoms tuvo un periodo estático. No fue hasta que Marc A. Hayek, otro apasionado buceador, tomó las riendas de la marca para llevar la histórica pieza de vuelta a la gloria. En 2003, la marca conmemoró el 50 aniversario de la pieza y presentaron un diseño casi idéntico al reloj original de 1953. Pero ahora, contaba con un cristal de zafiro más grueso, corona enroscable y hasta 300 metros de resistencia al agua.
El gran éxito del relanzamiento fue la gran inspiración de la marca para modernizar la colección en 2007. Nació Fifty Fathoms Automatique, distintivo por su fechador entre las 4 y 5 horas. Fabricado en acero inoxidable, la pieza de 45 mm preservó su hermeticidad de 300 metros. Posteriormente, se presentaron las versiones en oro y titanio; la segunda destacó por ser un material especialmente ligero en la muñeca. Por lo tanto, lo hace muy cómodo para usarse tanto en la vida diaria cotidiana o durante una inmersión. Como detalle vintage, la pieza cuenta con un cristal de zafiro abombado a prueba de arañazos.
Por supuesto, se preserva el bisel giratorio, ahora unidireccional, tanto en negro como en azul. Para ayudar en la legibilidad bajo el agua, tanto las marcas de referencia, indicadores y agujas están cubiertos con Super-LumiNova®. Finalmente, el calibre mecánico 1315 de carga automática se caracteriza por una impactante reserva de marcha de 5 días. Esto es posible mediante 3 barriletes dispuestos en serie provistos de un muelle de alto rendimiento. Más prestaciones modernas incluyen una espiral de silicio para combatir con los efectos del magnetismo en la precisión del reloj.
Un diseño espectacular, sus prestaciones modernas para hacerlo más robusto que nunca y un calibre mecánico exquisito; todo contribuye para hacer de Fifty Fathoms Automatique un modelo tanto exclusivo como histórico. El diver por excelencia, representa a la perfección los valores únicos de una marca como Blancpain.
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