Queridos amigos de Watches World, es un gusto poder dirigirme a ustedes para presentarles Perle, una extraordinaria colección de joyas surgida en los talleres de Peyrelongue Chronos. Las piezas que la conforman ostentan una elegancia armónica que cautiva al estar protagonizadas por las piedras preciosas más mágicas y prodigiosas del planeta: las perlas. Las acompañan diamantes, oro rosa y amarillo, aportándoles aún más personalidad a estos acertados y hermosos diseños de la Casa joyera.
El simbolismo de su transformación
El significado de las perlas es sumamente poderoso. Dado su carácter sagrado, han sido importantes para varias culturas a lo largo de la historia. Son asociadas con la feminidad y representan pureza, fe, protección y paz. Su simbolismo es especial en virtud de la singularidad de su origen: un grano de arena que se transforma en una gema preciosa.
El que sean “joyas nacidas del mar” refuerza su influjo mágico. Por si fuera poco, también reciben y responden a las influencias de la Luna durante su proceso de formación. Por ello, se les conoce como “lágrimas de la Luna” y representan los ciclos naturales de la vida. En el budismo y el hinduismo, el símbolo de la sabiduría interior y de nuestra conexión con las energías divinas, es una perla llameante.
La unión de lo clásico y lo contemporáneo
Esta tríada de joyas, clásicas y contemporáneas a la vez, muestra refinamiento y una serena belleza. El collar es largo y está formado por una sucesión de perlas multicolor, unidas por medio de un finísimo engarzado en oro amarillo y salpicado graciosamente por varios diamantes Brown. La calidez de la paleta de color y de las texturas es inspiradora.
La perla Acoya del anillo habla por sí misma. Su simetría es impecable y nos deslumbra la gama y el brillo de los matices, típicos de estas icónicas perlas japonesas. Estas gemas de agua salada han hechizado a la humanidad precisamente por su similitud con la Luna en cuanto a forma, color y misterio. Está exquisitamente flanqueada por seis diamantes, tres de cada lado y montados en oro rosa, cuya calidez contribuye al resplandor.
Los aretes replican soberbiamente el encanto y la luminosidad del anillo. Los conforman dos preciosas perlas Acoya, que semejan lunas acompañadas por una estrella. Ésta es representada por el diamante redondo, montado en oro amarillo, que la corona y se suma a su atmósfera misteriosamente marina y cósmica.
Constatamos, una vez más, que las virtudes y el valor de las joyas Peyrelongue Chronos son únicas. La belleza y la calidad impecable de los materiales, la estética y originalidad de sus diseños y la legendaria maestría de sus orfebres, hacen de cada joya una obra de arte.
–Luis Peyrelongue–
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