TAG Heuer celebró a su histórico Monaco durante el Gran Premio llevado a cabo en el Principado el pasado fin de semana.
Con ello ha presentado el primero de 5 nuevos relojes Monaco que exhibirá durante el año. Cada una estará inspirada en las décadas de 1969 a 2019, que rendirán homenaje al diseño atemporal, a la innovación permanente y a un icono de estilo, ahora más contemporáneo que nunca.
TAG Heuer Monaco 1969 – 1979 Limited Edition
Esta pieza está animada por el calibre 11, motor que vibra a 4 Hz durante 40 horas de autonomía al interior de una caja de acero inoxidable de 39 mm de diámetro. Se abraza al pulso gracias a una correa de becerro color marrón, y está inspirado en la década de los 70, cuenta con una carátula Côtes de Genève color verde y está limitado a 169 piezas.
El evento
Durante el fin de semana el CEO de la División de Relojería de LVMH y CEO de TAG Heuer Stéphane Bianchi, así como Frédéric Arnault, Director de Estrategia Digital, dieron la bienvenida a celebridades internacionales, embajadores y amigos de la marca como Villa Key Largo, Max Verstappen, Patrick Dempsey, Bella Hadid, Winnie Harlow, Kai Lenny y demás invitados. En este sitio también se colocó un museo histórico con la evolución del clásico cronógrafo cuadrado.
La historia de Monaco
En marzo, pero de hace 50 años la relojería no volvería a ser la misma. Celebramos la creación del primer cronógrafo mecánico automático propuesto en caja de acero inoxidable en la forma de un cuadrado y con un nivel de hermeticidad superior. Un verdadero hito que comenzó a desarrollarse muchos años antes y que buscó competir en reflectores con el icónico El Primero de Zenith.
Presentado simultáneamente en Ginebra y Nueva York el 3 de marzo de 1969, esta pieza proponía diferencias a los convencionalismos estéticos y prácticos de la entonces relojería previa al auge del cuarzo. En este sentido la recepción del crono fue pobre, siendo severamente criticado por la prensa en ese entonces, pero probando su valía como un verdadero revulsivo.
Sin embargo, tras una extraordinaria estrategia de comunicación y debido al espíritu mismo de Monaco, el éxito estaba asegurado. Jo Siffert fue el primer piloto de automovilismo en ser nombrado Embajador de una marca, dando inicio a una relación que hoy día describimos como natural; no se entiende el deporte motor sin una marca de relojes asociada, Siffert fue el pionero. El piloto suizo coronó grandes actuaciones en los mundiales de resistencia e hizo lo propio en F1, hasta antes de su muerte en 1971.
A Siffert lo relevó The King of Cool, Steve McQueen, quien tomó protagonismo en esos años tras haberse consagrado como ícono de la velocidad con Bullitt y filmar Le Mans en 1971 con un Monaco en el pulso. El reloj rompe totalmente con los códigos estéticos de la relojería tradicional. Destaca por su gran caja cuadrada de ángulos rectos, su carátula de color azul metálico, su cristal de plexiglás abombado y, sobre todo, su corona situada a la izquierda, que en aquella época significaba que el reloj se remontaba de forma automática. En el interior debutó el Calibre 11, anteriormente llamado Chronomatic, movimiento mecánico automático de gran ejecución en el interior de una caja cuadrada. Este motor también animó a algunos Carrera y Autavia de la época.
Hoy en día Monaco está convertido en un verdadero objeto de culto y es, sin lugar a dudas, un must para los entendidos y apasionados de la relojería deportiva. El año pasado notamos lanzamientos en colaboración con Gulf, marcando la legitimidad entre el combustible sponsor de carreras y la firma de Alta Relojería, mientras que sin duda en Basilea veremos una edición especial que celebre el medio siglo de este histórico.