La joven marca de relojería hidromecánica decidió romper sus propios códigos y presentar una creación sin precedentes… una creación que impacta por su diseño, simplemente porque encarna —o más bien desencarna— la esencia de HYT, el resultado fue el Skull.
Se trata de una pieza provocadora, única, con un concepto sólido respaldado por la mecánica fluídica que se ha convertido en la firma inconfundible de la marca.
El desarrollo, el desafío
Para Vincent Perriard, Director Ejecutivo de HYT, retomar un movimiento existente, darle una ligera forma de cráneo y presentar el conjunto como una gran novedad no era una opción, el reto era realmente mayor.
El uso del capilar en el que se desplaza el fluido horario es un principio que HYT y sus socios dominan a la perfección. No obstante, cualquier modificación de la forma implicaba una investigación profunda. Para el Skull, la forma craneal otorgada a este tubo de menos de un milímetro de diámetro fue todo un desafío. En juego: los cuatro ángulos que adopta el capilar, dos de los cuales están a casi 90° de la base. Estos extremos requirieron unos pliegues especialmente delicados en el cristal.
La estructura vertical –desarrollada en el H1– sirvió de base, pero, además, se revisó la potencia suficiente para pasar esos ángulos vivos, controlándola perfectamente de forma que el fluido indicara la hora correcta, desplazándose a la velocidad adecuada y con una regularidad perfecta a lo largo de 12 horas”.
Vuelta a la esencia del tiempo
En consonancia con el cráneo, símbolo de la escasez, de lo esencial, HYT decidió también deshacerse de minutos. Esa atrevida decisión permite dos cosas. En primer lugar, conceder toda la importancia que se merece al capilar, como único testigo del tiempo que pasa. A continuación, concentrar toda la atención en el diseño arquitectónico de la pieza, al cráneo afirmado, asumido, que ocupa prácticamente toda la carátula. Con el mismo objetivo, HYT eligió, al contrario que en el resto de sus creaciones, ocultar casi todo el movimiento del lado de la carátula.
Para dar vida a ese cráneo, HYT multiplicó los desarrollos. Para empezar, los dos fuelles verticales están constantemente activos: su imperceptible compresión y depresión permite que el fluido progrese.
Además, los ojos del Skull están vivos. El ojo derecho es la reserva de marcha de la pieza. Gracias a un juego de inserciones translúcidas con tonos matizados, se ensombrece progresivamente a medida que la pieza llega al final del sus 65 horas de autonomía. Por su parte, el ojo izquierdo, esconde un disco de segundos, en rotación continua, apenas perceptible. Hay que atreverse a mirar a los ojos al Skull para capturar su esencia, la vida que pasa, en el sentido propio del término, en su fuero interno.
En ambos casos, una ligera trama calcada con un motivo de un nido de abejas permite dar relieve y profundidad los dos ojos. El cráneo del Skull no es inerte, sino que su movimiento vive permanentemente. Se anima, en el sentido más noble del término: tiene alma. Es la primera creación relojera en la que no miramos al tiempo, sino que es el tiempo el que nos mira.
Green y Red Eye
A un par de semanas de su presentación en Ginebra, Vincent Perriard afirmó: “Es lo que queríamos, ver hasta dónde a podíamos llegar en lo que respecta al diseño y técnica. El objetivo era crear un Skull que rompiera con lo que se ve en general, y que a la vez expresara el ADN de HYT, una creación conceptual, fuerte, técnica e inédita”.
Por otra parte, estos desarrollos no se limitan al movimiento. Para el Skull se creó una nueva caja de 51 mm. HYT añadió unas asas colgantes nuevas. El pulsador único de remontaje de la corona de puesta en hora se encuentra entre las 2 y las 3 h y no cuenta actualmente con protector de corona. Se practicaron también inserciones laterales en la carrura, lo que permitirá realizar múltiples versiones en el futuro.
Este fascinante modelo se propondrá en dos versiones muy limitadas. Una de 50 piezas en titanio DLC, con un fluido verde “Green Eye”, y otra de 25 piezas en oro rosa 5N y titanio DLC negro, con un fluido rojo “Red Eye”. Las primeras piezas se entregarán a partir del mes de mayo de 2015.